La temporada de Correcaminos en la Liga de Expansión MX ha sido un rotundo fracaso. La dirección de Raúl “Potro” Gutiérrez, cargada de esperanzas al inicio, por ser un estratega campeón mundial, ha terminado en un amargo desencanto sin clasificación al Play In, mostrando que no solo bastan nombres y trayectorias en los banquillos para garantizar el éxito.
Este torneo ha sido un reflejo doloroso de la falta de dirección y ambición, donde lo único constante ha sido la inconsistencia y la mediocridad, la recomendación en su momento del Secretario de Vinculación de la UAT, Mauricio Pimentel parecía un acierto, hoy no “Potro” lo hace quedar mal.
Correcaminos, una vez más, ha quedado fuera de la fase crucial del torneo, donde realmente importa, pero eso no es lo peor. El verdadero golpe viene con la noticia de que Correcaminos, una vez más deberá pagar una multa económica por ser uno de los últimos en la tabla de cociente.
Es desalentador ver cómo el equipo se ha convertido en el más multado desde que se creó el nuevo formato de la liga. Esta repetición de fracasos y penalizaciones financieras es una clara señal de que algo está profundamente mal en el núcleo del club, su mejor equipo es Correcaminos Premier y se han encargado de minarle el camino a Ghandi Vega, pero eso lo dejamos para otra ocasión.
La actitud mostrada en el campo ha sido de un equipo que parece haber olvidado la esencia del profesionalismo y el respeto por su camiseta y su afición. Más preocupante aún han sido los escándalos fuera del terreno de juego, que han eclipsado cualquier señal de dignidad deportiva que pudiera tener el club, puros pleitos y fiestas.
¿Cómo es posible que los jugadores se dediquen más a generar titulares negativos que goles o victorias?
Es hora de exigir una limpieza radical en Correcaminos, se necesita una revisión exhaustiva, no solo de la plantilla sino de la estructura deportiva y administrativa. No se puede seguir permitiendo que la falta de compromiso y la mediocridad sean la cara de este equipo, ¿esa es la nueva transformación del equipo?
Se necesitan jugadores que realmente sientan la camiseta y luchen por cada punto como si fuera el último, no meros mercenarios del balón que se la pasen de fiesta, por más cliché que suene esto.
La directiva debe tomar decisiones firmes y pensadas para el futuro, no más parches temporales o soluciones a medias. La afición de Correcaminos merece mejor que esto; merece un equipo que aspire a más que solo evitar multas y vergüenzas deportivas.
Se merece un proyecto serio que revierta la triste imagen que hoy proyecta al mundo del fútbol. Esta temporada debe ser un punto clave para una nueva historia. Es el momento de reconstruir, de volver a las bases que levantaron al equipo, y plantear un proyecto deportivo que realmente alinee con las aspiraciones y el potencial de Correcaminos.
El tiempo de las excusas ya se agotó. ¿Para cuándo los resultados?, la afición quiere un equipo del que pueda sentirse orgulloso.
No más decepciones, Correcaminos, es hora de cambiar, de verdad. Por el bien del fútbol, por el bien de la afición y por el respeto a la historia.
Que tengan excelente día.