No es nada nuevo, pero una vez más pude comprobar la importancia que le dan a sus fanáticos los equipos de futbol y beisbol en Estados Unidos.
En una rápida vuelta por la Costa Este, tuve la oportunidad de acudir a un encuentro de la MLB, entre los Guardianes de Cleveland y los Reds de Cincinnati; y dos días después a otro, pero de la MLS, entre Columbus Crew y Philadelphia Union.
Primero, en el Progressive Field de Cleveland, Ohio, los fanáticos son recibidos con regalos, de pronto, al término de alguna una entrada se aparece un personaje en determinada zona del estadio y empieza a lanzar playeras de la organización para los asistentes, y por momentos elegían a otros para hacer el juego llamado “Memoria” y los ganadores se llevaban premios como souvenir, uniformes y mucho más.
Resalta la gran atención para los fanáticos con capacidades diferentes.
Por cierto, en lo personal acudí como aficionado, y recibí, como muchos, mi diploma de “Mi Primer Visita” al estadio a Progressive Field. Ojo LMB.
Mención aparte merece el ambiente que se vive previo, durante las nueve entradas y, tras la finalización del partido, independientemente de que haya sido un martes, pese a que Guardines finalizó octavo en la Liga Americana. Eso sí, enfrentaron a otra novena del mismo estado de Ohio, como lo es Rojos de Cincinnati, que también terminó en el octavo puesto de la Liga Nacional, y ambos se quedaron sin playoffs.
Se me olvidaba el resultado: Reds ganó 11 carreras contra 7.
Después, viajé a Pittsburgh, Pensylvania, pero se retrasó el vuelo y no llegamos a tiempo al último partido de la temporada de los Piratas ante Marlines de Florida.
Cuatro días después, en Columbus, Ohio, vivimos la experiencia de otro partido de la MLS, con el que sostuvieron Columbus Crew ante Philadelphia Union.
Banderines para los primeros diez mil aficionados que llegaron al Lower Field, y un festejo para los pequeños que luchan para sobreponerse del cáncer: uno de ellos dio la patada inicial. Además, tienen permitido llevar animales de servicio.
Un lleno hasta los topes y un extraordinario ambiente. Claro, era el enfrentamiento entre el tercero y cuarto lugar de la Conferencia Este, ambos ya calificados.
Y algo que no terminan de aprender en el futbol profesional mexicano es la gran atención que hay para los periodistas que acuden a cubrir partido: excelente comida, café, refrescos, aguas, galletas, postres, internet inalámbrico, y “un libro” de información: datos, cifras, estadísticas completas y mucho más de ambos equipos.
En lo personal, un agradecimiento especial por el trato que recibimos, antes -con la aprobación del pase de prensa- y durante el partido de parte de Eunice Kim, Gerente Senior de Comunicaciones, y de Esteban Ocegueda, Coordinador de Comunicaciones.
Es la diferencia entre una nación de primer mundo y otra de 4Ta.
Por cierto, también se me olvidaba el resultado: empate 1-1.
Sígueme en Twitter: @DiegoHdezTejeda, @oncetitular y @bookballnet