Un gol de Salem en el minuto 90+5, consumó la eliminación de la selección mexicana en la fase de grupos de la Copa Mundial de Qatar 2022, pese a la victoria por 2-1 sobre su similar de Arabia Saudita.
Con la eliminación en la primera ronda se retrocedieron 44 años, luego que la última vez había sido en Argentina 1978.
Un fracaso rotundo, sin excusas.
De las una y mil combinaciones que hablaron los expertos y apostadores, de la que estuvieron más cerca fue: evitar la eliminación por tarjetas amarillas, como sucedió a Senegal ante Japón en Rusia 2018.
Y es que con el triunfo de Argentina sobre Polonia por 2-0, tanto mexicanos como polacos terminarían con 4 puntos, solo que los primeros con 6 tarjetas amarillas por cuatro de los europeos, y de acuerdo al reglamento, el siguiente criterio de desempate es el “Juego
Limpio” avanzarían los europeos. Coincidentemente las mismas cifras entre Senegal y Japón en Rusia 2018 y no necesidad de sorteo.
¡Dos polacos amonestados y ya está!
Desde luego, también se puede echar la culpa a Lionel Messi, a quien el portero polaco, Wojciech Szczesny le detuvo un penal en el minuto 38, y que a la postre pudo ser un 3-0 para los argentinos y definir el pase en el sorteo.
Pero no, los responsables del fracaso del Tri son: directivos, cuerpo técnico y los propios jugadores de la selección mexicana de futbol.
¿Y cada uno debe explicar qué pasó?
Sin embargo, ya sabemos que a los dirigentes les importa más la cuestión económica, y por eso tantos extranjeros en la liga local y mucho más.
Al cuerpo técnico encabezado por el argentino Gerardo “El Tata” Martino, le preguntaríamos por qué esperó estar con la soga al cuello para dar oportunidad a Orbelín Pineda y utilizó una formación más ofensiva y los envió más al frente; por qué solo llevó a pasear a su paisano Funes Mori, a quien metió en el minuto 86 solo para que tuviera minutos en un mundial y lo peor que, fue estando el “Mellizo” en el terreno de juego cuando cayó el gol de Arabia Saudita, aunque de igual manera hubieran sido eliminados por el mayor número de tarjetas amarillas que Polonia.
Claro, que la eliminación por tarjetas amarillas en un sorteo, hubiera sido la cantaleta y justificación de todos los culpables.
En fin, como ya comentamos, se regresó casi cincuenta años, y de lo poco bueno que se puede rescatar es que los mexicanos no se fueron en blanco en goles, lo que pudo significar algo histórico, y también que, Andrés Guardado y Guillermo Ochoa, aunque solo ha jugado en tres, sumaron Cinco Copas del Mundo, y se unieron a “La Tota” Carbajal -el primero a nivel mundial- y Rafael Márquez.
Cuatro mexicanos con Cinco Copas.
¡Somos los únicos…eso es lo que presumirán!
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