Se cumplirán 22 años de la tragedia del entonces futbolista del Atlas, Cesar Andrade, y siete de la segunda edición de su libro “El partido más difícil DE MI VIDA”, con la colaboración de Zohar Ávila Moreno.
Prologado por Jaime García Elías, la obra de139 páginas, se encuentra dividida en tres tiempos: primer tiempo, medio tiempo y segundo tiempo.
El texto inicia en el año de 1995, cuatro años antes de ese fatídico 10 de noviembre de 1999, en que, a los 21 años de edad, sufrió un accidente automovilístico, que le costó la amputación de su pierna derecha y acabó con su promisoria carrera en el futbol profesional.
Con fotografías en las diferentes etapas de su vida, también narra su infancia, la gran relación con su hermano Juan Carlos, y sus escapadas de la escuela primaria.
Desde luego que, cuenta de sus inicios en el deporte de sus amores, y su primer acercamiento al futbol profesional cuando estudiaba la preparatoria y enfrentaron al Querétaro, que en ese entonces dirigía el argentino Ricardo Antonio La Volpe.
Después, su experiencia en el futbol de la tercera división estando en la Universidad de Querétaro, la noticia que sería observado por un cazatalentos del Atlas, y el permiso, a regañadientes, que recibió de su madre para viajar a Guadalajara para hacer una prueba, y donde solo le bastaron 45 minutos para convencer al técnico, quien le anunció que firmaría con el equipo de segunda división.
Con prosa sencilla relata su doblete en su primera final ante Pumas, su primer título en fuerzas básicas, su aparición en la lista para entrenar con el primer equipo, su primera pretemporada y la posibilidad de conocer el mar, y el ansiado debut en el máximo circuito ante Puebla sustituyendo en el segundo tiempo a Omar Briseño, estando Atlas abajo en el marcador y consiguiendo una importante voltereta de 3-1.
—¡Mira boludo, si vos estás jugando mal y pierdo el partido, te rajo a la mierda y no te doy otra oportunidad!, le advirtió el técnico Ricardo Antonio La Volpe, cuando lo llamó para que llenara la ficha y pudiera ingresar a la cancha.
Poco a poco recibió más minutos de juego, vino derrota en la final ante Toluca, el llamado de la selección mexicana Sub 23, su lesión en el cuello por la que tuvo que regresarse sin jugar en los Juegos Panamericanos de Winnipeg, Canadá.
Y…el partido más difícil de su vida.
La negación de aceptar la amputación de su pierna, su recuperación, el ofrecimiento para que diera conferencias, y la invitación para asistir y poder ayudar al delantero uruguayo Darío Silva, quien sufrió también la amputación de una pierna.
Desde luego, es solo una probadita de este libro, que no debe de faltar en el librero o biblioteca, si es el caso, de los que aman el futbol.
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