Bien lo dice Juan Villoro, el “Sí se puede” es un recordatorio de que los nuestros casi nunca han podido.

La selección mexicana de fútbol ha quedado elimanada del mundial de Qatar, un castigo bien merecido…y hasta se tardó en llegar.

El fútbol mexicano había estado estancancado por muchos años y muchos mundiales, el quinto partido no ha llegado: y en este mundial se ha tenido un retroceso al no avanzar si quiera de la fase de grupos.

Ahí están los resultados palpables de las decisiones que han venido tomando los dirigentes del fútbol mexicano. Todas esas acciones han dado fruto: un monumental fracaso y una regresión futbolística.

A los grandes no les compites, a los medianos no les ganas y a los débiles muy apenas les sacas el resultados.

Lo alarmante es que el análisis de esta situación es el mismo desde USA 94 y los dirigentes hacen nada para buscar algo distinto, al contrario, siguen implementado acciones que fomentan la mediocridad deportiva; alta cantidad de extranjeros sin calidad, abolición del ascenso y descenso, liguillas, que pasen 12 equipos de 18. ¿De verdad alguien piensa que con esas reglas habrá progreso?

Es realmente un círculo vicioso mantener las reglas que a todas luces dañan al fútbol: es hora de que haya un cambio y actúen por el bien del juego los dirigentes, quienes son los que tienen el poder cambiar las cosas.