Quedan nueve puntos en el torneo y Estudiantes debe recortar cinco que Atlas le lleva de ventaja para salvarse del descenso.
Aún así, el técnico de los antes llamados Tecos, Héctor Hugo Eugui, asegura: “Nos vamos a salvar [del descenso]”.
La lucha directa e indirecta es en contra de los Rojinegros, aunque para el uruguayo, “no importa contra quién tengamos que pelear; lo que nos interesa es lo que viene y es Puebla [en el 3 de Marzo], donde nos jugaremos el todo por el todo, eso es lo más importante para nosotros”.
Ha sido un semestre muy complicado para los tapatíos. El proyecto lo inició como técnico José Luis Salgado, quien apenas duró dos jornadas. De emergente entró Gilberto Adame, por sólo un partido, porque tuvo que salir al no alinear a Juan Carlos Leaño, hijo del presidente del equipo.
Después, el club vivió en la incertidumbre con la llegada y no llegada del argentino Omar Assad a la dirección técnica, por lo que Héctor Eugui entró al quite; se agregaron problemas a nivel directivo, con la entrada como dirigente, por sólo algunas semanas, de quien fuera presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Francisco Ibarra.
Además de indisciplinas de jugadores como Rubens Sambueza y Fernando Gutiérrez.
A todo esto le ha tenido que hacer frente Estudiantes, pero Eugui afirma que los problemas internos han quedado sanjeados: “A mí me toca resolver lo de la cancha. En ese caso hablé con la persona, antes que con el futbolista. Cuando se habla con paciencia y respeto, el jugador entiende porque es inteligente. Vamos al día y vamos a permanecer en el circuito”.
Problema heredado
El problema que carga Eugui en sus hombros es heredado. En seis torneos, Estudiantes no pudo mantener regularidad y la muestra está en los seis técnicos que utilizó en ese periodo. Los nombres de Miguel Herrera, Eduardo Acevedo, José Luis Sánchez Solá y Raúl Arias, quedarán marcados en caso de que el descenlace de los tapatíos, sea el Ascenso.
—¿Está nervioso, profe?
“Yo, para nada”.
—¿Es la primera vez?
“No, ya he estado nervioso muchas veces”, contesta divertido.
Pero argumenta: “¿por qué me voy a inquietar? En estos momentos es cuando más tranquilo debo estar y transmitirle ese estado de ánimo a los jugadores”.
—Pero si desciende, ¿no quedará marcado?
“De ninguna forma. Tenemos muy poco tiempo al frente del equipo, hay otros técnicos que llevan siete torneos en un club y apenas caminan. Yo tengo mi parte de responsabilidad, pero no pienso en esas cosas”.
Quién se va
—¿Quién se va, Atlas o Estudiantes?
“No soy quién para decir eso. Nosotros merecimos más durante el torneo, aunque no es de merecer”.
—Si no se salvan ¿qué va a pasar?
“Nada, no va a pasar nada, porque nos vamos a salvar”.
—¿Qué le preocupa en la parte final: los rivales, su juego o el árbitro?
“Respeto al arbitraje. Y…, sólo pienso en ganarle a los rivales que siguen y el que viene es Puebla”.