La presión se hizo presente en la concentración de Santos, donde algunos futbolistas, encabezados por Néstor Araujo, tuvieron algunos roces que casi desembocan en los golpes; sin embargo, otros elementos laguneros intervinieron para calmar los ánimos.
Todo comenzó durante el entrenamiento, cuando Araujo se hizo de palabras con el guardameta suplente Julio González, por lo que Jesús Molina intervino para evitar que las cosas fueran a mayores. Minutos después, el mismo zaguero discutió con Carlos Izquierdoz y Sergio Ceballos por lo que Pedro Caixinha calmó los ánimos.
“Todos los equipos tienen problemas, y deben tenerlos. Problemas de esa naturaleza, del calor de la competitividad, de ganar o perder. Porque a nadie le gusta perder, han existido roces entre ‘Cali’, Ceballos y Araujo, y qué bueno que existieron, por la competitividad”, dijo el entrenador de los albiverdes al final de la práctica.