Tan pronto llegó el silbatazo final en el duelo entre México y Paraguay, el caos estuvo presente dentro del terreno de juego, ya que cerca de 20 aficionados se brincaron de las gradas para tratar de acercarse a los jugadores mexicanos.
La policía presente a nivel de cancha en el Arrowhead Stadium tuvo que entrar en acción, recurriendo por momentos de fuerza desmedida.
Todos los seguidores fueron arrestados y tendrán que pagar una multa de pasar la noche en al policía del condado por la osadía.
Durante el encuentro, también hubo violencia en las gradas al existir una gresca entre aficionados mexicanos, que obligaron a los elementos de seguridad a apaciguar los ánimos.