Por Fabián Meléndez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- En el mundo del futbol hay muchos que sueñan con ser uno de los 22 jugadores que están dentro rectángulo verde y poder festejar los goles, los triunfos y hasta los campeonatos, pero muy pocos son los valientes que se deciden ser el juez del partido, los llamados árbitros del partido, los que al final del encuentro solo reciben reclamos abucheos y hasta un sinfín de groserías por parte de la afición
Para Iván Rodríguez López Licenciado en Derecho, a sus casi 10 años de ser árbitro; donde paso 2 años en el amateur y casi 8 en el profesionalismo, comenta que su curiosidad por la labor de un árbitro fue la que lo ánimo a formar parte de los “hombres de negro”.
“Empecé como casi todos los árbitros por curiosidad, saber cuál es la función que realiza un árbitro en el terreno de juego, viendo un partido con mi papá le pregunte sobre la función de los árbitros, él tenía la misma idea que yo no sabía cómo se preparaban, en ese tiempo tenía un familiar que era arbitro profesional activo profesor Juan Carlos Martínez me acerque con él y fue él quien me brindó la oportunidad de entrenar con árbitros profesional es y poder incorporarme al arbitraje iniciando con el amateur pasando ahí 2 años y después en el profesional ya con casi 8 años de experiencia”.
Reconoció que vivir o depender del arbitraje no ha sido fácil, porque así lo que exige esta profesión, al ser un trabajo que se tiene que mantener con la preparación física y seguir un reglamento.
“Primeramente se manejan como prospectos se les brinda la oportunidad que se preparen físicamente y reglamentariamente, después se les hace prueba teórica donde se les hace 20 preguntas del terreno de juego después vienen las pruebas físicas, la prueba del peso, se nos pide un peso determinado ya pasando esas pruebas se les manda hacer las pruebas para el arbitraje profesional, medicamente también te hacen exámenes de oído corazón y de vista”.
Dijo que su ascenso no ha sido nada fácil esto pese a tener más de 100 partidos entre Segunda División, Sub-20 y partidos de preparación de la Liga de Ascenso, al tener una transición de amateur a profesional fue muy exigente y que estando adentro se valora mucho estar en el arbitraje profesional, indicó que si fue una experiencia muy diferente cambiar de amateur al profesional.
El primer partido como profesional…
“Mi primer partido fue 20 de agosto del 2004 en Xicoténcatl cuando me llega mi primer partido si te motiva si te da alegría, pero sobre todo te dan nervios de que se va hacer que es lo que va pasar, pero ya con la compañía de los compañeros se te olvida”, expresó.
El apoyo de la familia
“La familia siempre me ha apoyado mi papá, mi mamá y mi esposa siempre me han apoyado, pero también es difícil para ellos porque sabes que un árbitro tiene que soportar de todo en el campo agresiones”.
Expresó que en ocasiones los no son para él sino para sus padres, “no es satisfactorio como un jugador, yo prefiero que ningún familiar me acompañe a ningún partido, si es en futbol llanero es una doble preocupación por que estas en el partido y tienes que ver a tu familia donde está por si el partido se pone tenso y en el arbitraje profesional si te motiva si es un ingrediente extra el apoyo de tu familia si influye mucho”.
Comenta que el sacrificio es el ingrediente secreto para mantenerse en el arbitraje, ya que se tienen que sacrificar eventos importantes con la familia o hasta con amigos.
Anécdotas
Como toda profesión, las anécdotas son la esencia de la vida, y más cuando eres arbitro profesional, al ser un trabajo donde cualquier detalle puede marcar el trabajo.
“En una ocasión en 2da división faltando 40 minutos para empezar el partido en Altamira llegamos 2 horas antes por reglamento, faltando ya 40 minutos para el partido checo mi maleta y me empiezo a vestir y me doy cuenta que no están mis tenis, le pedí al utilero del equipo que me consiguiera unos tachones negros en ese tiempo fue cuando empezaban a salir los de colores y pues así no se podía, ahí una persona me echo la mano me llevo a una tienda compre unos tenis y fue los que utilice, fue una anécdota en la que uno dice esa es la novatez que le toca como árbitro llegue, al partido solo me puse los tenis y al campo”.
Dijo que en ocasiones le ha tocado pitar o dirigir un partido donde ha estado un familiar, “en ocasiones me tocó pitarle a mi hermano en el profesional en Segunda División y en el amateur y pues siempre hay mucho morbo si es difícil para los contrarios que llegan a saber y cuando sus propios compañeros que saben que el árbitro es hermano de su compañero”.
Pero la anécdota más emotiva es pitarle a Cuauhtémoc Blanco, “que te queda marcado cuando jugaba en Irapuato y con Dorados la verdad es una persona muy difícil de manejar un estadio se llene si esta Cuauhtémoc, es difícil porque te reclama te insulta provoca al contrario si lo tocan anda peleando es como un niño que lo tienes que andar cuidando para que no te genere problemas con los demás”.
Futuro…
Como todo jugador profesional, se ve jugando la Copa del Mundo, pero en el caso de Iván Rodríguez, estar en un escenario mundialista sería como silbante, siendo su máximo sueño, pero reconoció que hay que ir paso a paso.
“Como árbitro uno tiene el mismo sueño que un jugador que es estar en una Copa del Mundo, pero ahorita se tiene que cumplir un ciclo y llegar a la Liga de Ascenso MX y de ahí dar el salto a la Liga MX y posteriormente cumplir con este sueño”.
Comenta que en México es donde más se le pide al árbitro, reglamentariamente y físicamente se exige mucha preparación a un árbitro, cosa que la gente al exterior no tienen esa idea como se prepara un árbitro.
El ídolo
En ocasiones el jugador se ve reflejado como Messi o Cristiano Ronaldo, pero para el árbitro victorense el ídolo es Marco Antonio Rodríguez “Chiquimarco”, mismo apodo que le pusieron en el llano por su manera de silbar en sus inicios y sobrenombre que le ha ayudado para tener un cierto respeto.
“A mí me pusieron ese mote de “Chiquimarco” y fue porque un día me dijo mi tío que había 2 árbitros uno el que todos insultan y el que le dicen que es un árbitro estricto muy reglamentario y cuando yo empezaba en el futbol llanero iba con esa idea de que yo no me voy a dejar de nadie al primero que me decía “wey” lo expulsaba o el primero que me tocará te vas, pero con el tiempo vas agarrando experiencia y te vas dando cuenta que eso está mal que no está bien, pero me sirvió de mucho para crear un pensamiento hacia mí de que ese árbitro no se metan con él y gracias a Dios me ha servido y siempre trato de hacer las cosas bien y de ahí se me quedo el apodo de “Chiquimarco” y pues siempre ha sido mi ídolo, en el futbol haces muchos amigos pero también te haces de muchos enemigos”.