Luego del gran susto que se llevó por un intento de robo en su hogar, a principios de este mes, Ángel Di María podría recurrir a algo más que seguridad privada o guaruras. De acuerdo a medios ingleses, su compañero en el Manchester United, Wayne Rooney, le dio una recomendación muy peculiar, contratar a un ‘gurkha’, quienes son soldados profesionales y para algunos, militares mercenarios, de Nepal.
Considerados como uno de los ejércitos mejor preparados en todo el mundo, incluso calificados como los últimos asesinos militares, los Gurkhas pertenecen a un pueblo milenario de Nepal, que con la llegada de los ingleses a la India en el siglo XIX, engrosaron las filas de los ejércitos coloniales, siendo claves en diversas guerras, como la de las Malvinas contra Argentina, en 1982.
Desde la infancia, a partir de los 10 años, son reclutados para recibir un duro entrenamiento físico, con privaciones económica y de enseñanza, pero instruidos con la máxima disciplina ‘robótica’, además, se les enseña el manejo de armas, para que a los 15 se conviertan en soldados profesionales. Después de los 30 se les otorga su retiro militar y pueden dedicarse a diversos oficios o trabajos, como ahora, proteger a futbolistas.
El 2 de febrero, el Fideo salió a cenar con su esposa, Jorgelina Cardoso, y con su hija de apenas 22 meses, cuando a mitad de la noche, la alarma de su celular, sincronizada con la de su casa, se activó al momento en que tres sujetos armados, según la policía local, montaron un andamio para entrar a la residencia del argentino, para luego huir por la alerta de auxilio. A pesar de que no se concretó el crimen, esa noche, él y su familia se hospedaron en un hotel por el estado de pánico de su esposa.
Desde ese momento, Di María no ha podido regresar a la tranquilidad, pues “vive atemorizado” por la seguridad de su familia, como informan los medios británicos. Por tal motivo, Rooney recomendó acercarse a los ‘herederos’ de los antiguos guerreros nepalís, de quienes el inglés tiene excelentes referencias, pues él mismo contrató a uno en 2010, luego de ser también víctima de un asalto.