La vieja barrera de los 28 deportes en los Juegos Olímpicos de verano quedó eliminada de manera fulminante, tras la aprobación en la 127 sesión del COI de un programa basado en el numero de pruebas, 310, y no en el de federaciones a las que representan.
“El número de pruebas y de atletas será el único baremo”, afirmó el italiano Franco Carraro, que defendió ante la asamblea esta reforma, aprobada por unanimidad.
Los limites “aproximados” quedan establecidos en 310 pruebas deportivas de medalla en los Juegos de verano, con un máximo de 10 mil 500 atletas y 5 mil entrenadores y personal de apoyo; y 100 pruebas, 2 mil 900 deportistas y 2 mil técnicos en los Juegos de invierno.
Los cambios deben entrar en vigor en los Juegos del año 2024, aunque podrían afectar de manera retroactiva a Tokio 2020, que se ha mostrado dispuesta a incorporar el beisbol y el softbol, actualmente fuera del programa.
La posibilidad de que la ciudad organizadora de unos Juegos pueda proponer la admisión de una o dos pruebas, tras un estudio financiero, es precisamente otra de las novedades.
El COI y sus federaciones distinguen entre deportes (por ejemplo, gimnasia), divididos en disciplinas (artística, rítmica y trampolín) que a su vez pueden tener distintas pruebas de medalla (salto, asimétricas, paralelas, conjunto, etc.).
Otra de las recomendaciones aprobadas anima a alcanzar el 50 por ciento de participación femenina en los Juegos. Una vía será la promoción de las pruebas de equipos mixtos, tendencia que ya han emprendido en sus mundiales disciplinas como la natación sincronizada, los saltos de trampolín o el triatlón por relevos.
El programa de deportes debe decidirse siete años antes de los Juegos y el de pruebas con tres años de antelación, como sucede hasta ahora. Pero en el futuro se podrá añadir una nueva prueba, incluso de un deporte no olímpico en ese momento, con el beneplácito de la Sesión.