Los Gigantes de San Francisco sufrieron y tuvieron que sortear una séptima batalla para sumar el octavo título de Serie Mundial en su historia, el tercero en los últimos cinco años.
Y es que después de cumplir una larga sequía de más de 50 años se alzaron con la corona en 2010 donde, con Tim Lincecum, como una de las figuras se llevaron la serie contra los Rangers de Texas por 4-1.
La siguiente celebración vino en 2012, ahora la víctima fue los Tigres de Detroit con un Justin Verlander, quien cayó ante lo temible de Pablo Sandoval, que ya era fundamental a la ofensiva y ayudó a sentenciar la serie por un contundente 4-0.
El éxito de 2014 implica la consolidación de un proyecto que tiene al menos los ocho años que tiene Bruce Bochy como manager del equipo.
El desfile de grandes jugadores comienza con Pablo Sandoval, pero también pasa por la efectividad de pitcheo de hombres como Tim Lincecum o el propio Madison Bumgarner, quienes construyeron la reputación y la respaldaron con éxito en el diamante.