Vaqueros de Dallas y Acereros de Pittsburgh no viven su mejor época. Estos dos ‘grandes’ de la NFL no han obtenido los resultados esperados por sus aficionados en los años más recientes y buscarán en la próxima temporada regresar a los primeros planos de la liga.
Dallas acumula cuatro temporadas sin presentarse en postemporada y 18 años sin triunfar en un Super Bowl. Las últimas tres campañas han sufrido eliminaciones dramáticas, quedándose a un paso de alcanzar los Playoffs, tras finalizar dichas campañas con récord de 8-8 y una derrota en el último juego contra alguno de sus rivales en el Este de la Nacional.
El panorama no parece muy alentador en 2014, pues el equipo perdió a DeMarcus Ware, su principal ‘caza cabezas’ que abandonó al equipo de la estrella solitaria para incorporarse a los Broncos de Denver. Ware abandona una defensiva ya muy maltratada, pues el año pasado ninguna permitió tantas yardas totales como Dallas.
Si quiere evitar una catástrofe, el coach Jason Garrett tendrá que trabajar en dicho sector y esperar que las estrellas de su ataque como Tony Romo, DeMarco Murray y Dez Bryant muestren todo su potencial.
Mientras tanto, Pittsburgh se encuentra en una fase de reestructuración que le ha costado perderse los Playoffs de los dos últimos años.
El equipo con más trofeos Vince Lombardi, acostumbrado a pelear por el título de la NFL, no es ni siquiera favorito para ganar el Norte de la Americana este año, pues lucen inferiores a los Bengalíes de Cincinnati.
Sin embargo, los dirigidos por Mike Tomlin, lucen con potencial para competir por un lugar de comodín y superar lo hecho en 2013. Para lograrlo, tendrán que volver a conformar una defensa de respeto y mantener sin lesiones a Ben Roethlisberger.
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