El Mundial realizado en Argentina en 1978, dónde la selección anfitriona logró coronarse tras vencer a Holanda 3-1, siempre ha estado bajo sospecha, debido al polémico resultado de semifinales, donde Perú perdió sorpresivamente 6-0 contra el conjunto albiceleste.
Distintas declaraciones han confirmado las sospechas de que en el encuentro que el cuadro argentino sostuvo ante su similar peruano hubo presión política por parte de los regímenes de ambos países, con el principal objetivo de “limpiar la mala imagen de Argentina”.
En 1998, Ramón Quiroga, guardameta titular del equipo peruano, afirmó que algunos de sus compañeros habían actuado “extraños”, durante el encuentro, además criticó la alineación impuesta por el técnico Marcos Calderón.
En relación a lo anterior, el guardameta argentino (nació en Córdona, Argentina) y nacionalizado peruano, Ramón Quiroga, señaló que algunos de sus compañeros como el defensa Rodulfo Manzo, no mostraron el mismo nivel que en encuentros anteriores, “el negro Manzo no paraba nada, ni él, ni la defensa. En un gol (cuarto de Argentina anotado por Luque en el minuto 50 de acción) Manzo se agacha y me deja sólo al rematador “, señaló Quiroga.
Poco tiempo después, murieron algunos jugadores que participaron en dicho encuentro como Roberto Rojas (murió en un accidente), así como el mismo técnico Marcos Calderón (murió al desplomarse el avión en el que viajaba).
Otros antecedentes que resaltan las sospechas, como la presencia en el vestidor peruano del mandatario argentino Jorge Videla, antes del encuentro platicando con Héctot Chupitaz, la negatividad de los jugadores peruanos de usar la playera de locales o la negatividad de los holandeses a recibir el premio del segundo lugar, evidencian el resultado fraudulento en las semifinales entre Perú y Argentina.
Una página más que se ha sumado al caso y que ha traído de vuelta la polémica de 1978, fueron la acusación formal ante tribunales de su país y las declaraciones realizadas por el ex-senador peruano Genaro Ledesma Izquieta, quién afirma que él fue un preso político en Argentina y que para su liberación exigían la victoria del conjunto organizador del mundial.
Tras el revuelo de declaraciones y testimonios que ha surgido en torno al caso, la FIFA podría investigar y sancionar a Argentina, hasta llegar a la posibilidad de anular el triunfo ante Holanda y retirarle el campeonato.