Tuvieron que pasar 64 años para que Brasil volviera a tener otra oportunidad de buscar coronarse en su casa. Décadas en las que la sombra del recuerdo de aquel Maracanazo eran memorias dolorosas de la tarde en la que Brasil no pudo vencer a Uruguay, pese al apoyo de 173 mil almas.
Hoy dan carpetazo a lo que pasó en el Mundial de Brasil 1950, cuando enfrenten a la selección de Croacia, en su debut mundialista en la nueva Arena Corinthians, de Sao Paulo.
La misión de los dirigidos por el técnico Luiz Felipe Scolari no es otra opción que la de salir campeones. Algo que se les negó en su primera oportunidad como país sede.
A más de medio siglo de distancia, el panorama ha cambiado. La Selecão presume ahora cinco estrellas en su escudo, se ha convertido en un cuadro histórico en las copas del Mundo y siempre llega con la etiqueta de favorito. Ahora más por ser anfitrión en esta edición de 2014.
Las estadísticas están a favor de los sudamericanos, pues ningún país que es sede de la justa en turno ha perdido en su debut. De 20 partidos en el estreno de los locales, apenas seis encuentros han terminado en empate. El resto han sido triunfos para los de casa.
Ante la duda sobre el inicio de Neymar en el duelo de hoy, debido a una ligera lesión en el tobillo del mediocampista, los jugadores y técnico brasileño aseguraron que no dependen de su jugador 10. Destacan el juego colectivo de una plantilla que no tiene a jugadores estrellas como en otros mundiales.
“Brasil tiene un equipo muy colectivo, en el que todos los jugadores se ayudan el uno al otro”, aseguró el medio brasileño Luiz Gustavo.
Los jugadores locales esperan a Croacia que les cerrará espacios y les ejercerá presión; el cuadro balcánico será incómodo para Brasil, la selección sudamericana, que desde hoy intentará reescribir la historia, para felicidad de su ferviente pueblo.