Toni Nadal, entrenador de Rafael Nadal, aseguró que el peor momento del partido en el que su pupilo conquistó su noveno título de Roland Garros fue al final del cuarto y definitivo set porque tenía calambres.
“El momento más difícil para mí fue cuando me dijo que tenía calambres y vi que no nos recuperábamos. En un momento, la cara de Djokovic parecía de más cansancio que la de Rafael, pero hubo un momento en que si Djokovic se recuperaba perdíamos. No vas a jugar una hora más con calambres”, comentó.
Ese fue, además, el asunto que le comentó al oído el mallorquín a su tío cuando, una vez había ganado su decimocuarto Grand Slam, escaló las gradas para celebrarlo con los suyos.
“Me dijo de los calambres. Que le trajeran suero, que estaba muy, muy cansado. Tenía calambres por todos lados, incluso llamé al médico”, recordó Toni Nadal.
El entrenador reconoció que el mejor tenista del mundo terminó “al límite” tras vencer al serbio Novak Djokvic por 3-6, 7-5, 6-2, 6-4 en tres horas y 31 minutos, pero no quiso abundar sobre sus problemas físicos.
“En estos momentos llega todo perfecto. A partir de mañana miraremos los problemas”, bromeó.
También se refirió a la gesta de su sobrino, el primero en la historia en sumar nueve títulos de un mismo Grand Slam y el primero en sumar cinco títulos consecutivos de Roland Garros, por delante del sueco Bjorn Borg, que conquistó seis veces este torneo pero de manera encadenada (1974, 1975, 1978, 1979, 1980 y 1981).
“Para mí es increíble. Yo, que viví la época de Borg, y me parecía que hacer algo igual era increíble. No parecía que alguien lo pudiera superar y he visto como, unos años más tarde, mi sobrino lo ha superado y ha ganado en nueve ocasiones. Nunca me lo hubiera imaginado”, concluyó.