Con casta de campeón, el orgullo por delante y el consentimiento de León; Monarcas regresó de entre los muertos para empatar un duelo que perdía 3-1 y en los minutos finales consiguió empatarlo 3-3 con doblete de Ever Guzmán que dejó la serie con vida a pesar de que los tres goles ponen a la fiera con una ligera ventaja.
El arranque fue frenético, como se espera de un juego de Liguilla y lo mejor de todo, con goles. Un cuarto de hora se tardó León en abrir el marcador con un golazo de Luis Montes que le pegó de fuera del área y la puso en el ángulo de Vilar que no la hubiera sacado ni teniendo súperpoderes. Seis minutos después, Maruo Boselli volvió a mover el marcador con una definición por arriba de Vilar.
León tenía entre sus garras a Monarcas, pero Jefferson Montero dio un poco de respiro a la monarquía con una escapada por la banda que terminó definiendo el mismo a la contra y aprovechando su velocidad. Poco le duro el gusto a Monarcas ya que minutos después Boselli le bajó de pecho un balón a Elías Hernández que no desaprovechó el regalo.
Con ventaja de dos goles, más los tres de visitante, Gustavo Matosas se equivocó y sacó a Boselli que había sido su hombre más peligroso y permitió que Monarcas se lo sacara de la bolsa. Primero con un disparo desviado por Ever Guzmán que terminó dentro de la portería y luego con una pésima salida de Yarbrough que aprovechó el mismo Guzmán para emparejar los cartones.
El duelo terminó como empezó, con los ánimos muy caldeados y con ambos equipos brindándose al máximo. Aunque para León, la racha sin ganar en el Morelos seguirá luego de 18 años, para Monarcas, la victoria en el Nou Camp es lo único que sirve si quiere seguir con vida.