Cuando todo parecía que sería el despertar de los Texanos en casa, Randy Bullock se encargó de enterrar las aspiraciones de Houston.
El pateador de los Texanos falló tres goles de campo en cuatro intentos, incluyendo uno de 55 yardas con cinco segundos que hubiera significado el empate en el marcador, y no, la derrota de los locales 27-24 ante los Potros de Indianápolis.
Andrew Luck y T.Y. Hilton tomaron los controles del partido, y se combinaron para tres llegadas a la zona de anotación, con lo que sentenciaron el triunfo de los Potros.
La actuación hecha por Luck y Hilton, fue similar a la que tuvieron el quarterback de los Texanos, Casey Keenum y Andre Johnson, quienes también se encontraron tres veces en el touchdown, pero no fue suficiente para cambiarle la cara al cuadro local.
El hecho preocupante se dio al mediotiempo cuando el entrenador de Houston, Gary Kubiak, se desvaneció en el terreno, y tuvo que ser llevado a un hospital. El entrenador asistente Wade Phillips quedó al mando de los locales.