El Chelsea, con goles del brasileño Óscar y John Obi Mikel, enterró su mala racha, que arrastraba con cuatro partidos sin ganar, para sacar los tres puntos de la visita del Fulham (2-0) y situarse como líder provisional de la Premier, a la espera de los partidos del domingo.
La euforia provocada en Stamford Bridge con la llegada de Jose Mourinho decayó en las últimas fechas. El cuadro londinense acumuló encuentros decepcionantes desde hace justo un mes, el 21 de agosto, cuando logró su última victoria, en la Premier, ante el Aston Villa.
Después, tropezó en la final de la Supercopa, en la Liga de Campeones ante el Basilea y en la Liga Inglesa ante el Everton, con el que perdió, y contra el Manchester United, con un empate sin goles.
Mourinho volvió a prescindir de los futbolistas españoles. Juan Mata se quedó en la grada. César Azpilicueta y Fernando Torres fueron suplentes. El atacante madrileño salió en la segunda parte en lugar del camerunés Samuel Eto’o, con el que demuestra el luso una confianza ciega.
El Fulham, encerrado en su campo, dispuso de la ocasión más clara de la primera parte, con un mano a mano de Darren Bent que deshizo el mete Peter Cech.
El cuadro de Martin Jol mantuvo el tipo como pudo. Pero su resistencia acabó al inicio de la segunda parte, cuando un mal despeje del meta David Stockdale propició una serie de rechaces que acabaron en los pies del brasileño Oscar, que marcó el primero.
El Fulham, que no ha sido capaz de ganar al Chelsea en Stamford Bridge en los últimos trece encuentros, se derrumbó definitivamente.
El triunfo del Chelsea pudo ser mayor, pero no aprovechó sus ocasiones hasta el tramo final. En un saque de esquina que John Terry dejó a los pies de John Obi Mikel, que sentenció el choque.