En algún momento las piernas pueden decir “basta”, aunque hagan lo que más les gusta: jugar al futbol.
En Cruz Azul los partidos se comienzan a acumular, los minutos se hacen cada vez más pesados.
Gerardo Torrado y Christian Giménez han jugado cuatro partidos del 10 al 22 de agosto, un cotejo cada tres días, acumulando 297 y 321 minutos, respectivamente.
Ambos veteranos, mayores de 30 años, no se amilanan ni piden descanso, como el jovenazo Joao Rojas, sino piden estar en todos los encuentros que puedan, “pues qué mejor que trabajar en lo que es juego”.
A Gerardo Torrado le extraña cuando se le pregunta si necesita descanso…. “¿descansar? Ya habrá tiempo de descansar, en algunos años, yo siempre quiero jugar, y si el equipo lo necesita, adelante, no tengo ningún problema al respecto”.
Claro, los años no pasan en balde, y ambos “viejos zorros”, saben como cuidarse, “uno no tiene que trabajar más, a estas alturas de la carrera —expresa Torrado— sino saber hacerlo bien. Hay que saber administrarse y sobre todo recuperarse muy bien, no hay gran ciencia”.
Gerardo Torrado espera estar presente este domingo ante Puebla, “un partido muy importante, porque queremos, ya debemos sumar de visita”, sentenció el capitán azul.
El hombre feliz
Para Christian Giménez tampoco jugar tantos partidos en fila es un problema. “¿Por qué? Si amas lo que haces, por qué negarte”.
Aunque está consciente que ante la veteranía, no hay mucha defensa, “no es cuestión de trabajar, sino de descansar bien, muy bien. Entre más grande eres, vas tomando más conciencia de lo que haces y debes dejar de hacer. Descanso mucho, eso ayuda para dar todo en el campo”.
Además, el “Chaco” está de vena. “Han sido días, semanas muy lindas para mí”, apunta. En los más recientes cuatro partidos en los que ha participado (tres con Cruz Azul y uno con la Selección Nacional), “hemos ganado y hasta he anotado (contra el Atlante)”.
—¿El Chaco está feliz?
“Muy feliz, por eso no importa el cansancio, a esto nos dedicamos, además, ya sabíamos que este año [futbolístico] estaría así de cargado”.
—¿Los días más felices de tu vida?
“Cerca, pero no, esos han sido cuando nacieron mis hijos”.