Y el “villano favorito” del futbol nacional por fin puede conocer la “casa de todos los mexicanos”.
Peculiar mediodía en la Residencia Oficial de Los Pinos, donde el presidente Enrique Peña Nieto recibe al América, monarca del Clausura 2013. Pese a que las Águilas alcanzaron al Guadalajara como los clubes más ganadores en la era profesional (11 títulos), nunca había visitado el hogar del Primer Mandatario.
Expectativa mayúscula, aunque el gran ausente es Emilio Azcárraga Jean, presidente de Grupo Televisa y propietario del equipo.
Ironías de la vida: ese conjunto que suele alegrar a millones con sus derrotas es puesto como ejemplo por Peña Nieto, quien valora la tenacidad que tuvo en la vuelta de la final ante el Cruz Azul.
“En ese partido dieron una gran lección, además de la entrega que mostraron durante la temporada”, recuerda el Presidente. “Seguro estoy que muchos de ustedes, y compañeros de otros equipos, son ejemplo para muchos jóvenes, porque se constituyen verdaderamente en un modelo a seguir, de inspiración, no sólo para la práctica de un deporte, sino para muchas cosas que hay que lograr en la vida”.
“El de ustedes fue un sueño hecho realidad. En ello, siembran ejemplo entre la sociedad mexicana, porque deja ver que cuando una sociedad se propone alcanzar sus metas, anhelos, sueños… Han demostrado que sí se puede y hoy, como sociedad mexicana, queremos demostrar también que sí se puede cuando armonizamos el esfuerzo de todos”.
Incluidos los que ya no están, como Christian Benítez, para quien solicita un minuto de aplausos. Conmovedor instante, sobre todo para quienes le acompañaron en la cancha.
Origen americanista.
También hay tiempo para confesiones. Varios miembros del gabinete presidencial son seguidores azulcremas. No pierden la oportunidad de convivir con las Águilas, club que también sedujo a Peña Nieto durante su infancia.
“Como le decía al señor entrenador [Miguel Herrera]… Él me decía que ya debería ser aficionado al América, porque es el equipo campeón y usted tiene que estar con los campeones”, comparte el Presidente. “Le dije: mire, en mis orígenes fui aficionado, cuando empecé a hacerlo… Efectivamente, le iba al América. Así fue, así nací”.
“Luego, fui evolucionando, le tuve que ir al Toluca, al que también llevo aquí guardado [se lleva la mano al pecho], que es el equipo de casa, pero ahora —como Presidente de México— le voy a México, a la Selección Nacional…”.
Pero el instante es amarillo.