Fue muy grato el poder enterarme que el juego del EXA-UAT, que se organizaba cada año entre los veteranos jugadores que alguna vez vistieron los colores de los Correcaminos de futbol americano, y los actuales jugadores que se enfundan el jersey de la UAT, se estén organizando para este fin de semana.
En lo particular recibí una invitación del evento a través de mi Facebook, luego de que un compañero de mi generación se tomó la molestia, al cual por cierto mando saludar desde esta humilde trinchera deportiva.
Alguna vez escuche que “El futbol americano es un deporte de brutos, donde los brutos no pueden jugar”, y es que la fuerza, el golpeo, la exigencia BRUTAL, de este deporte tiene ese punto tan delgado entre lo físico y lo mental, una jugada de 10 segundos se tiene que desarrollar a lo largo de muchos meses, la perfección se vuelve tu andar diario en el emparrillado, pero si no tienes esa inteligencia para desarrollarla ante cada rival que te encuentres, no sirve de nada.
Esa experiencia e inteligencia es lo que aporta el EXA-UAT, y pensaran que solo va para los “Viejillos” que se presenten a jugarlo en contra de los actuales Correcaminos, pero permítame decirle que no, y es que esa experiencia e inteligencia también se aporta al fomentar, difundir y llevar a cabo este tipo de encuentros, que empezaba a padecer de integración, organización y determinación, matando esa poca identidad, que hambrienta, padece temporada con temporada.
Espero que el Head Coach de los emplumados, Adolfo Rubio pelee hasta el último momento por este partido amistoso donde las familias son protagonistas desde las gradas, donde los que tienen la virtud de ser padres, capturaran ese momento con sus hijos al estar uniformado, o en general al ser querido que asista.
Esperemos que el Director de Deportes de la UAT, Efraín Rangel, no nada más asista a los partidos de Correcaminos de futbol, ojala se dé la oportunidad de apreciar que el ovoide no solo es cuestiones personales y de negocio, que los que algún día le dieron a la UAT, sus tobillos, sus rodillas en infinidad de lesiones, pero siempre con su cabeza y su corazón por jugar y defender este deporte, son esos que quieren olvidar los colores de facultades, y seguir alimentando los sueños de Correcaminos en el emparrillado, sin intereses personales.
Por lo pronto es todo, y recuerde que haciendo deporte se disfruta más la vida.