Manchester United está dispuesto a entrar en la puja por contratar al extremo galés del Tottenham Gareth Bale, un jugador en el punto de mira del Real Madrid, según revela hoy el diario británico “The Independent”.
A tres semanas para que se cierre el mercado de fichajes, el presidente de los “Spurs”, Daniel Levy, continúa sin llegar a un acuerdo económico con el club blanco para dejar salir a Bale, de 24 años, mientras que los “diablos rojos” se preparan para reforzar su ataque ante la eventual marcha del delantero inglés Wayne Rooney.
Según el periódico británico, el United prepara un golpe de efecto antes del cierre del mercado para espolear al equipo al inicio del ciclo del escocés David Moyes, que sustituye esta temporada en el banquillo de Old Trafford a Alex Ferguson, al mando durante el último cuarto de siglo.
El Tottenham valora a Bale en unos 110 millones de libras (casi 130 millones de euros), según los medios británicos, un precio por encima los 96 millones de euros que pagó el Real Madrid por Cristiano Ronaldo en 2009.
El aspecto económico parece haber atascado las negociaciones por el galés, si bien los “diablos rojos” podrían contar con una carta que les daría ventaja en la operación, la del delantero mexicano Javier “Chicharito” Hernández, que podría pasar a las filas del Tottenham para facilitar la salida de Bale, una de las promesas del fútbol de las islas.
Con 26 goles, Bale lideró la pasada temporada al equipo que entrena el portugués André Villas-Boas, antiguo discípulo de su compatriota José Mourinho, y dejó a los “Spurs” a las puertas de la clasificación para la Liga de Campeones, a un solo punto de una cuarta plaza que conquistó el Arsenal en la última jornada del campeonato.
El Manchester United, por su parte, se llevó la Premier con aparente facilidad, con once puntos de ventaja sobre el Manchester City, si bien necesita reforzarse para tratar de mejorar su resultado en la Champions, donde cayó en octavos ante el Real Madrid.
Rooney ha dejado clara al club su intención de marcharse, pero Moyes no quiere dejarlo salir sin antes contar con un refuerzo para su ataque.