Desconocer que consumían carne contaminada con clembuterol salvó de la suspensión a los dos futbolistas que dieron positivo en los controles antidopaje realizados durante la primera fecha del Apertura 2013.
Tras una investigación, la Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol decidió no castigarlos “por ausencia de culpa o negligencia” y reservarse su identidad, pese a que diversos hechos señalan al meta José de Jesús Corona (Cruz Azul) y al volante Marco Jiménez (Querétaro) como los jugadores reportados con “resultados analíticos adversos” por el Laboratorio Nacional de Prevención y Control del Dopaje de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte.
Los motivos del órgano impartidor de justicia en la FMF fueron refutados por las Secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, además de la de Salud, que —mediante un comunicado— aclaran que el “abasto de carne en México proviene de rastros vigilados”.
También se informa que, de acuerdo con la estadística epidemiológica, menos de un habitante por cada millón en el país se intoxica con clembuterol, “sustancia que puede estar presente en medicamentos y suplementos alimenticios”.
El lunes, la FMF informó que un par de futbolistas estarían bajo investigación a causa de los resultados comunicados por la Conade, cuyo laboratorio cuenta con el aval de la Asociación Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés).
Dos de los nueve encuentros de cada jornada son elegidos, mediante un sorteo, para realizar el test. Pese a que nunca se hizo oficial, trascendió que fueron el Querétaro-Morelia y el Cruz Azul vs. Monterrey.
La tarde del martes, Eugenio Rivas, presidente de la Disciplinaria, presumió que se trataba de ingesta “de carne contaminada, como sucedió en 2011”.
Se refería al episodio protagonizado por Francisco Javier Rodríguez, Antonio Naelson Sinha, Guillermo Ochoa, Christian Bermúdez y Édgar Dueñas, quienes fueron separados del Tricolor que disputaba la Copa Oro, tras arrojar positivo —por la misma sustancia— en un control antidopaje preventivo.
Algunas semanas más tarde, fueron exonerados.
Capítulo repetido ayer, 75 minutos antes de que se conociera la lista del Tricolor para jugar ante Costa de Marfil el miércoles (en la que aparece Corona). Originalmente, debió hacerse pública el jueves.
La Disciplinaria informó que dio el perdón porque “los jugadores tomaron todas las previsiones necesarias para evitar la ingesta o consumo de la sustancia prohibida”.
Rivas y los propios clubes buscaron mantener en secreto los nombres de los ocho futbolistas sometidos al examen, pero se filtró que fueron Corona y Manuel Madrid (Cruz Azul), Jiménez y Amaury Escoto (Querétaro), Guillermo Madrigal y Omar Arellano (Monterrey), así como Luis Fernando Silva y Jorge Zárate (Morelia).
El arquero reconoció el miércoles que se practicó el control y hasta pareció escudarse al argumentar que “sabemos que lo más probable es que [la carne contaminada con clembuterol] sea un problema de salud a nivel nacional”.
Adolfo Ríos, presidente de los Gallos Blancos, admitió que Jiménez viajó a la ciudad de México para ponerse a las órdenes de la FMF y cumplir con el protocolo.
Incluido en la investigación terminada ayer. Los futbolistas señalados fueron exonerados por un argumento que —tácitamente— contradice lo que exponen las autoridades encargadas de regular la alimentación en México.