La plantilla del Celta de Vigo ha vuelto esta mañana al trabajo en las instalaciones deportivas de Melgaço con una exigente sesión de trabajo, en la que su entrenador, Luis Enrique, se ha vuelto a mostrar muy participativo y no ha dado ninguna pista sobre su futuro.
El entrenamiento duró cerca de dos horas y el balón ha vuelto a tener un gran protagonismo. El técnico asturiano, el cual sigue ajeno a los rumores que lo sitúan en el banquillo del FC Barcelona, sometió a sus jugadores a continuos ejercicios de posesión de balón, y también hizo hincapié en los movimientos defensivos y ofensivos.
El defensa argentino Gustavo Cabral, quien arrastraba una contusión en el gemelo de su pierna izquierda, ha entrenado al parejo de sus compañeros, por lo que Luis Enrique tiene a todos sus jugadores disponibles, salvo los lesionados de larga duración Samuel Llorca y Mario Bermejo.
Presenciando la sesión matutina estuvo el director deportivo del Celta, Miguel Torrecilla, aunque el salmantino no ha hecho declaraciones a los medios de comunicación.
En principio, está previsto que mañana Luis Enrique comparezca ante la prensa. Esta será la primera vez que el entrenador asturiano atienda a los medios de comunicación desde que comenzó la pretemporada.