Ser el capitán del América le llegó en el mejor momento, y su sueño es levantar la Copa de Campeón al final del torneo. Daniel Montenegro asegura en charla con un medio nacional, comentó, que le ha sentado bien esta encomienda que le asignó Miguel Herrera y no rehúye al compromiso ni duda de que puede con la responsabilidad, tras iniciar con el pie derecho la Liga.
“Es un sueño conseguir algo que hace mucho tiempo no se hace, que es levantar la Copa de Campeón, ser uno de los protagonistas. Esperaremos a que llegue el momento y lo podamos disfrutar, pero ahora lo que queremos es que el equipo vaya encontrando el nivel de juego que se quiere para poder conseguirlo (alzar la Copa)”.
¿Cómo te ha sentado la responsabilidad de ser capitán?
Muy bien. Por ahí llegó en un momento que no era el mejor, veníamos de seis meses donde las cosas no anduvieron como queríamos. Nos fuimos a casa sin saber lo que iba a pasar, y regresamos y encontramos un panorama totalmente nuevo, con otras ilusiones, expectativas, con ganas de salir de ese momento y creo que está demostrado que las ganas están, el trabajo y hay una unión interesante.
Al hablar de esa responsabilidad es otro compromiso, manera de ver las cosas, de ejercer otras obligaciones y estoy preparadísimo para ello.
Te sorprendió, pero te gustó…
¿A quién no le va a gustar? Es algo bonito, lo que un jugador siempre anhela, ser capitán de un equipo, protagonista, tener un compromiso especial, aunque todos lo tenemos porque cada uno va a aportar lo suyo más allá de tener una cinta o no. Miguel (Herrera) siempre dijo que dentro del terreno de juego debemos ser once capitanes.
¿Cómo ven tus compañeros que seas el capitán?
Espero que bien (ríe). Es algo que se ha hablado, comentado, no creo que el técnico llegue así sin conocerte y te diga: ‘tienes que ser capitán’ porque se le antoja. Seguramente se habrá interiorizado de cómo era el plantel, de la manera en que cada uno lo tomaban, tanto dirigentes como jugadores, así que es algo general. Por suerte tengo esta obligación que me gusta, ya la he tenido (en otros equipos) y me gusta ayudar a los demás, siempre voy a escuchar a los chicos y apoyarlos en lo que necesiten.
Herrera había dicho que te dio el gafete para buscar más compromiso y responsabilidad, ¿sientes que puedes con ello?
Sí, lo hablamos, fuimos claros, es importante que cuando llega un técnico te pueda exigir un poco más, saber las condiciones que tienes; por algo te exigen, sería muy feo para mí pensar que no sea así, que digan: ‘hasta aquí es el techo y más no puede’. Lo importante de esto es saber que cada uno puede más y que si damos ese poco más, las cosas van a salir mucho mejor.
¿Este torneo lo ves como tu última oportunidad en el equipo y la de varios de tus compañeros?
Eso nunca lo sé, seguramente era el semestre pasado y no sucedió. Hay que disfrutar lo que estamos viviendo, saber que esto no tiene que ser un ultimátum para nadie, sino algo importante para cada uno, disfrutarlo cada día y poner todos lo nuestro. Cuando llegue el momento de que la directiva pueda elegir, que se le complique, que no sepa quién se va o viene, que tenga muchas dudas y todos podamos seguir estando.
En Coapa se percibe un ambiente diferente, con bríos renovados, ¿por qué?
Cuando hay un cambio general, seguramente vas a encontrar otras cosas, eso es normal. Si llegas a tu trabajo y cambiaron a 20 personas, vas a sentir el ambiente diferente; hasta que te vayas acomodando, ves cómo es y creo que ese ambiente nuevo es realmente muy bueno, se trabaja con alegría, mucho entusiasmo, esfuerzo, y la gente que vino para colaborar también viene con esa ilusión para que las cosas salgan bien, tanto cuerpo técnico y directivos. Es bueno cuando las ‘patas’ están puestas y cada uno aporta lo suyo, tirar todos para el mismo lado sólo hace pensar en ganar.