Por: Fahara Mercado
Seguramente se ha preguntado más de una vez si hay alguna razón personal para que el jugador porte en su uniforme un número en específico.
Los números en la espalda del jugador originalmente eran del uno al once empezando con el arquero y dependiendo de la posición que jugaban era el número que portaban.
En Correcaminos los jugadores tienen la opción de elegir un número, siempre y cuando esté libre.
Siguiendo con la tradición de utilizar los números de acuerdo a su posición Tomas Domínguez eligió el 6 porque en esa posición inició su carrera como medio de contención, además de ser un número que le da la libertad de defender y atacar a diferencia por ejemplo del 5.
En el caso del capitán de Correcaminos, Hugo Sánchez tiene en su dorsal el día en el que sus dos hijos nacieron, el 19.
También Jaime Correa utiliza el 6 por ser el día en que nació su hijo y él.
Mientras que “Chava” Silva anteriormente utilizaba el número 58 debido a que Benjamín Galindo de Chivas lo usaba y su estilo de juego le gustaba.
Algo similar ocurre con Ismael Iñiguez que utiliza el 23 por una figura del baloncesto como lo es Michael Jordan, además coincide en ser el día de su cumpleaños.
Hablando de cumpleaños, Jorge Ocampo “Schuster” utilizaba el 24 en Celaya y es su día de nacimiento además obtuvo un significado especial por ser el dígito con el que ascendió.
En particular le gusta el 30 que es el día en que nació su hija, pero aquí en Correcaminos no utilizará ninguno de estos, su número naranja es el 8.
Eder Pacheco empezó a utilizar el numero 9 cuando llegó a los Alacranes de Durango, ahí quedó campeón de goleo, y a partir de ese momento lo utiliza, aclara que no lo utiliza por cábala, si no por ser un número referente del delantero.
Carlos Ramos ascendió con el numero 3 pero el 4 fue con el que inició su carrera futbolística.
El jugador profesional normalmente tiene gratos recuerdos de su niñez en el fútbol, esto influye también cuando tienen un número favorito.
Armando Pulido, recuerda cómo siempre de pequeño utilizaba el 11, recientemente cuando llegó a Correcaminos fue el número que le asignaron y coincidió con ser uno de sus favoritos por lo que representa para él su infancia.
Las coincidencias que se convierten en razones y motivos con significado especial son comunes en el mundo del fútbol, Sergio “Samba” Rosas, describe así su número que se le asignó cuando llegó a Correcaminos y coincidió con la fecha del nacimiento de uno de sus hijos y con el inicio de la relación con su novia.
Jorge Díaz de León describe su número como un dígito muy especial, el 1 es con el que se identifica al arquero, pero para él es más que eso, con él debutó en primera división en el mes de enero, primer mes del año y fue en el año 2011 año que se compone también con el 1 y para dar más significado a su dígito, el primero de Junio inició la relación con su novia.
Edu Dos Santos le ha tomado cariño al 10, número que desde que pisó México tuvo, además es el número que para los argentinos tiene un significado especial por Diego Maradona.
Para Humberto Martínez el 25 es un número que va bien en las sudaderas de un portero y se ha convertido en su acompañante en los mejores momentos de su carrera.
Hay jugadores que portan su número y no tiene algún significado especial, es el caso de Roberto Nurse y Nicolás Saucedo, entre algunos otros quienes hasta el día de hoy no han encontrado coincidencias o fechas especiales en su dorsal.
Es así como el numero impreso en la espalda del jugador se convierte muchas veces en algo especial que le da un plus al uso del jersey en su paso por el equipo en el que se encuentren.
Los aficionados normalmente identifican a su jugador por su número sin saber su origen y sentido.
Hoy conocemos la historia de la cifra dorsal de los Naranjas.