Forjador de muchos futbolistas, de la talla de Alan Pulido, “Guly” Peña, Armando Arce Jr, entre otros, Eduardo Dimas, le dedicó la mayor parte de su vida a descubrir y pulir a diamantes en bruto que en estos momentos se encuentran escribiendo historia en las páginas del balompié mexicano.
Creció en uno de los primeros barrios de la capital victorense que fue la Colonia Mainero, donde desde joven demostró dotes como mandamás de un equipo, ya que en repetidas ocasiones consiguió coronarse.
Posteriormente fue uno de los mejores entrenadores de la ciudad, tras ser reconocido en las diferentes Ligas de la capital, para después incursionar en el estatal, además de tener algunos torneos nacionales.
Poco a poco el interés por ser mejor como estratega lo llegó a realizar el curso de entrenadores en la ciudad de los cerros, Monterrey, Nuevo León, donde conoció a grandes entrenadores de talla internacional y nacional, como fue el caso de Ricardo La Volpe, Víctor Manuel Vucetich, entre otros.
De ahí el “Gordo” Dimas, como muchos le decían de cariño, se animó a tener su propia Escuelita de futbol, en la que les enseñaba las bases del futbol, donde desfilaron cientos de infantes de las diferentes categorías.
Después de eso dejó el balón para dedicarse a la natación, ya que una de sus dos mayores orgullos, sus hijos fue donde descubrió a una de las mejores nadadoras infantiles y juveniles María Fernanda Dimas Acosta, quien en estos momentos ya se encuentra en la fase de Olimpiada Nacional 2012.
Dimas le dedicó tiempo a su mejor alumna, quien le trajo muchas satisfacciones, tras recorrer con ella todo el Estado y la mayor parte del país.
A pesar de que sus problemas de salud, el “Gordo” Dimas seguía apoyando y aconsejando a su hija, a quien la preparó para los próximos Juegos Panamericanos Juveniles.
Pero este 19 de diciembre, Dimas no pudo con su última prueba del 2011; y dejó el mundo de los vivos, para formar el mejor once tamaulipeco en el cielo.
Descanse en Paz.
“Un guerrero nunca se deja vencer; los guerreros siempre siguen adelante”: “El Gordo” Dimas