España perdió 1-0 ante Uruguay y fue eliminada en los cuartos de final del Mundial sub-20 de Turquía, donde los sueños de los chicos de Julen Lopetegui se transformaron en pesadillas por un cabezazo certero en la primera parte de la prórroga de Felipe Avenatti, que sentenció con su acierto a uno de los favoritos para lograr el título.
Españoles y uruguayos disputaron unas semifinales anticipadas en una ronda que tal vez no correspondía a la categoría de ambos contendientes. El destino emparejó a dos de los mejores equipos del torneo, que reservó otra plaza para la penúltima fase a Irak o Corea del Sur, dos de las “Cenicientas” del Mundial que mañana se disputarán un hueco para estar entre los cuatro elegidos.
Con la perspectiva de un rival aparentemente más débil para luchar por la final del día 13 de julio, España y Uruguay pusieron sobre el césped del Atatürk Stadium de Bursa a sus mejores jugadores. No querían fallar, querían llevarse un premio que la Roja no huele desde hace una década cuando la España de Andrés Iniesta alcanzó las semifinales en los Emiratos Árabes Unidos.
El entrenador Julen Lopetegui decidió prescindir de Paco Alcácer, titular frente a México, para alinear al medio del Liverpool Suso Fernández. España jugó con un delantero falso, al estilo Vicente Del Bosque. Pero también con Gerard Deulofeu, Oliver Torres y Jesé Rodríguez, tres nombres imponentes que aportaron diferentes sensaciones a lo largo del encuentro.
Uruguay hizo lo que se esperaba. Empezó agazapado en su parcela del campo, muy bien cerrado a la espera de un contragolpe y las ocasiones de los hombres de Lopetegui escasearon pese al dominio aplastante de España. Con Jesé desdibujado, Oliver cogió el mando para firmar algunas jugadas maravillosas. Deulofeu no aprovechó alguna, le faltó puntería, pero protagonizó la más clara con un córner “olímpico” que llegó a golpear en el larguero.
Mientras, el conjunto charrúa, tuvo sus opciones por la banda izquierda. Cargó todo su juego de ataque por esa zona, desde donde Nicolás López protagonizó casi todo el peligro sudamericano. Un par de centros del futbolista del Roma fueron desaprovechados por Giorgian De Ascarreta y Leonardo País, que cabecearon fuera dos ocasiones claras.
La segunda parte tranquilizó los ánimos de las dos selecciones, que con el mismo planteamiento y menos ímpetu, dejaron pocas opciones para crear oportunidades. España se empeñó en controlar el partido con muchísima posesión. Sólo la salida de Paco Alcácer creó huecos y suya fue la única oportunidad clara, pero no aprovechó un buen pase de Jesé, casi inédito durante todo el duelo.
Uruguay, sin ocasiones, pudo machacar a España en la única que tuvo a lo largo del segundo acto. En el minuto 92 pudo llegar la tragedia con un cabezazo de Diego Rolan que salvó como pudo Daniel Sotres. Ese fue el epílogo para un partido que llegó a la prórroga, que fue mortal para España.
Con toda la posesión del mundo, perdidos en millones de pases sin verticalidad, y con jugadores como Jesé fundidos, Uruguay volvió a dar otro zarpazo que en esta ocasión acabó en gol. Su autor fue Felipe Avenatti y suyo fue el preciso cabezazo que a la salida de un córner acabó con el sueño de España, atascada en los cuartos de final desde hace diez años.