Una nieta de Nelson Mandela dijo que el ex presidente sudafricano continúa en condición crítica de salud.
Ndileka Mandela hizo sus comentarios cuando ella y otros familiares salieron del hospital de Pretoria donde se encuentra internado Mandela, de 94 años, para recoger las flores y los mensajes de apoyo que las personas han dejado afuera del inmueble.
Ndileka también describió la condición de su abuelo como estable, indicando que no ha cambiado desde que el gobierno dijo que la salud del ex mandatario se había deteriorado a un estado crítico.
La nieta agregó que ha sido una situación difícil para la familia, en especial porque tienen que lidiar con la enfermedad de Mandela bajo la mirada del público.
En tanto, integrantes de un coro sudafricano oraron y cantaron afuera del hospital, y miembros de la Liga juvenil del partido gobernante del país, el Congreso Nacional Africano, planeaban efectuar oraciones para honrar al líder de la lucha contra el apartheid y ganador del Nobel de la Paz.
El presidente Jacob Zuma canceló un viaje a Mozambique, un indicio de la preocupación por la salud de Mandela.
PLANTEAN DESCONECTARLO
De acuerdo con información del diario sudafricano ‘The Citizen’, los médicos habrían planteado a la familia la posibilidad de desconectar a Nelson Mandela de las máquinas que le mantienen con vida.
El ex presidente sudafricano, de 94 años, cumplió su quinto día hospitalizado en estado crítico, tras ser ingresado el pasado 8 de junio por la recaída de una infección pulmonar.
El pronóstico de Madiba, como se le conoce popularmente en Sudáfrica, empeoró durante el domingo y, hasta ese momento, su estado había sido calificado de “grave pero estable” por los médicos.
La Presidencia del Gobierno había asegurado que Mandela respondía bien al tratamiento, y miembros de la familia habían especulado con que sería dado de alta.
La familia de Mandela se reunió ayer en la localidad suroriental de Qunu, donde creció el antiguo estadista, para discutir “asuntos delicados” de la familia.
Según publica hoy el diario sudafricano ‘The Star’ -que cita fuentes del clan Mandela-, la reunión sirvió para tratar el lugar en que debe ser enterrado el ex activista contra el régimen racista del ‘Apartheid’.
De acuerdo con esa misma fuente, la familia está dividida entre quienes son partidarios de que los restos de Madiba descansen en Qunu -donde Mandela tiene una casa- y los que prefieren enterrarle en Mvezo (sureste), donde nació.
Además, citando fuentes cercanas a la familia, el diario sudafricano ‘The Citizen’ aseguró hoy que Madiba respira de forma asistida, que el funcionamiento de sus riñones es muy bajo y que está sometido a diálisis renal periódicamente.
Según el periódico, los médicos habrían planteado a la familia la posibilidad de desconectar a Mandela de las máquinas que le mantienen con vida.
La entrada del Medi-Clinic Heart Hospital de Pretoria, donde está ingresado Nelson, recibe una peregrinación constante de ciudadanos que dejan regalos, flores, mensajes y canciones de apoyo.
Las visitas al centro médico siguen también produciéndose y, además de las familiares se añadieron ayer las de la ministra de Defensa, Nosiviwe Mapisa-Nqakula, el arzobispo anglicano de Ciudad del Cabo, Thabo Makgoba y el ex médico personal de Madiba, Vejay Ramlakan.
Nelson Mandela ha sido internado hasta en cuatro ocasiones desde el pasado mes de diciembre, por los problemas respiratorios que padece de forma recurrente durante sus 27 años de detención en las cárceles del ‘Apartheid’, contra el que luchó durante casi siete décadas.
El primer presidente negro de Sudáfrica se ganó el aprecio de sus gobernados y del mundo por su coraje al combatir el racismo institucionalizado impuesto por la minoría blanca.
Pero, sobre todo, por su nítida apuesta por la reconciliación y la convivencia en la transición que encabezó junto al último presidente del ‘Apartheid’, Frederik De Klerk, lo que les hizo merecedores del Premio Nobel de la Paz, en 1993.