El jugador del Real Madrid Cristiano Ronaldo participó hoy en una ceremonia en defensa de los manglares indonesios en su visita a la isla de Bali donde plantó árboles en compañía del presidente del país, Susilo Bambang Yudhoyono.
El astro del balompié arribó anoche a Bali en calidad de embajador de un foro sobre la conservación de los manglares y para protagonizar la ceremonia “Salvemos los manglares de Bali, salvemos el mundo” .
“Estoy feliz de poder haber venido a Indonesia, deseo que mi visita ayude a la defensa y conservación de los manglares” , declaró el delantero, quien viajó al país asiático acompañado de su agente, Jorge Mendes.
Durante el evento Cristiano Ronaldo plantó manglares junto al mandatario indonesio y al ministro de Bosques, Zulkifli Hasan, quien apuntó que el futbolista es un modelo a seguir.
La estrella portuguesa se reencontró además con Martunis, un joven indonesio que sobrevivió al tsunami de Aceh en 2004 y a quien el astro visitó después de que se hiciera pública la historia de que el niño había sobrevivido 19 días enganchado a manglares y portando una camiseta de la selección portuguesa.
“Es a raíz de este incidente que Ronaldo se siente tan cercano a Martunis y a los manglares” , explicó el ministro Hasan.
Asimismo, el delantero tuvo un encuentro privado con Yudhoyono y su familia en el que todos lucieron camisetas del Real Madrid con el dorsal siete, el número con el que juega Cristiano Ronaldo.
El presidente indonesio agradeció la implicación del atacante luso en esta causa y lo calificó como el “mejor futbolista del mundo” .
Está previsto que Ronaldo participe esta noche en una cena de gala.
El jugador luso aceptó el pasado marzo convertirse en el embajador del foro para la conservación de los manglares en Indonesia y señaló que para él es un privilegio colaborar en esta causa.
Este archipiélago asiático tiene más de 80 millones de hectáreas de bosque y unos 3,7 millones de hectáreas de manglares, la mayor extensión de Asia.
Según los expertos, los bosques de manglares son capaces de capturar cinco veces más dióxido de carbono que las selvas comunes.