La final de ida suele marcar el camino que toma una final, pues muy pocos equipos han podido remontar un marcador adverso. El resultado más frecuente en estos compromisos es el empate.
De las 33 finales que se han disputado en torneos cortos hasta el momento, en 14 ocasiones el primer partido terminó en empate, dejando la moneda en el aire para la vuelta. De esas, en nueve ocasiones se coronó quien cerró en casa, mientras que en cinco se dio la sorpresa en patio ajeno.
Del resto, en 13 veces el equipo que tomó ventaja en la ida terminó como campeón, de las cuales, dos de ellas fueron en penaltis. En las restantes seis ocasiones, un equipo logró remontar un marcador adverso para coronarse.
Las remontadas han sido de en el Apertura 2002, cuando Monarcas ganó 1-0 en la ida, pero Toluca logró el título con un 4-1 en la vuelta. En el Clausura 2002, Necaxa pegó primero 2-0 al América, que en la vuelta endosó un 3-0 a los Rayos, con gol de oro de Castillo, para lograr la corona.
En el Verano 2001, Pachuca ganó primero 2-1, pero Santos, en casa, logró la remontada para dejar el 4-3 global. En el Verano 1998, Necaxa aventajó 2-1 en el Azteca a un Toluca que en la Bombonera impuso su fuerza para ganar 5-2.
En el primer tornero corto, los Rayos vencieron en la ida 1-0 a Santos, que en la vuelta logró el 4-2 que les dio el título. La más reciente fue en el Apertura 2010, cuando Santos ganó el primero 3-2, pero en la vuelta, Monterrey reaccionó con un incontestable 3-0.
Los que se quedaron cerca de remontar fueron Cruz Azul (Apertura 2008), que perdió 0-2 la ida y ganó por el mismo marcador en la Bombonera, pero Toluca se coronó finalmente en penaltis. El mismo casi vivieron los Diablos (Invierno 2000), al perder 1-3 la ida y ganar 2-0 la vuelta, pero Monarcas se impuso desde los once pasos.