Los ánimos están candentes. En las taquillas del estadio Azul la gente se atiborra en busca de uno de los preciados boletos de la final de ida del futbol mexicano entre Cruz Azul y América del próximo jueves. Los revendedores son el tema favorito de los cientos de personas que buscan una entrada como asegura María N.
“Yo estoy aquí desde las cinco de la mañana y los revendedores están apartando los lugares, no se vale porque nosotros venimos cada ocho días. Yo vengo con mi familia por ocho boletos, espero encontrar”, asegura la señora, que viene en compañía de dos hijos y dos sobrinos.
Por su parte el cinturón de seguridad que ha instalado la policía del Distrito Federal es insuficiente para los aficionados como asegura Roberto.
“Los revendedores se meten y se meten y los policías no hacen nada, están vendiendo el boleto de la semifinal contra santos en 500 pesos para que puedas comprar tu entrada y eso no se vale, nosotros mismos conocemos quiénes son”, aseguró el chico.
El candado de seguridad de las poco más de 10 mil entradas que están a la venta para el público en general, es traer un boleto de la semifinal contra Santos para que puedas obtener tu entrada para el jueves.
La reventa ya le puso precio a la final de ida, los boletos rondan en los mil 200 pesos para el que quiera ‘entrarle’ y no tener que pasar horas en una fila que le da la vuelta a la Plaza de Toros México.