Real Madrid y Atlético disputarán en el estadio Santiago Bernabéu una apasionante Final de la Copa del rey que llega marcada por las urgencias que tienen ambos, eternos rivales, por ganar el título.
Los blancos quieren conquistar un trofeo que les permita quitar parte de la amargura que vivieron en esta temporada, mientras que los rojiblancos desean acabar con un calvario de casi 14 años sin ganar a su poderoso vecino.
Se podría decir que el Real Madrid lucha contra su presente, definido por el conflicto abierto entre José Mourinho y sus jugadores, más todos los rumores sobre el futuro del técnico, que parece muy lejos de la capital española.
Mientras, el Atlético pelea contra su pasado: una maldición pertinaz ante los Merengues a la que se suman los 17 años que lleva sin ganar una Copa del Rey.
Pero no toda la historia está en contra del equipo rojiblanco. Paradójicamente, el Atlético jugará la Final en su estadio talismán, un lugar en el que conquistó ocho de las nueve Copas del Rey que ostenta.
En cambio, el Real Madrid sólo ganó tres de las 12 finales que disputó en su propio campo, el Santiago Bernabéu. José Mourinho contará con todo su plantel disponible a excepción de Varane.
Sergio Ramos podrá jugar, pero llega muy justo después de superar por poco una lesión muscular. La principal duda es ver si Mourinho levantará el castigo a Pepe, quien censuró a su entrenador por la suplencia de Iker Casillas.
Mesut Özil también se recuperó a tiempo de un esguince y está a la espera de ver quiénes serán sus compañeros en la medular.
Más definida aparece la propuesta de Diego Simeone, pues jugará el once que más le gusta. Puesto que los rojiblancos son un equipo fiable en las finales, el mayor trabajo del Cholo se centra en el aspecto anímico, en intentar que sus futbolistas se quiten complejos ante el Real, el cual se agudizó en el reciente partido de la Liga española, en el que el Atlético cayó en casa por 2-1 contra los suplentes de su rival.