Hombres que valen su peso, dentro de la cancha, en dólares. Integran el grupo más exclusivo del futbol mexicano, ese al que sólo se accede con base en calidad… y muchos billetes verdes.
Según un informe de la revista Forbes, especializada en negocios y finanzas, seis de los 10 jugadores mejor pagados en la hoy llamada Liga MX no nacieron en México.
El chileno Humberto Suazo, cuya reciente ampliación de contrato con el Monterrey (hasta 2016) le permite ganar tres millones de dólares al año, encabeza la lista.
Pieza clave en la etapa más dorada de los Rayados (dos títulos de Liga y otro par en la Concacaf), el Chupete llegó al club norteño para el Apertura 2007; probó suerte con el Zaragoza durante el primer semestre de 2010, mas volvió para confirmarse como hombre insustituible en el esquema de Víctor Manuel Vucetich. Fue campeón de goleo en el Clausura 2008.
El segundo lugar pertenece a Christian Benítez. El delantero del América percibe 2.7 millones de dólares anuales. Las Águilas no lo trajeron a México. El Santos Laguna se lo compró a El Nacional de Ecuador en 2007.
Lucas Lobos, capitán de los hoy líderes Tigres, cierra el podio gracias a los 2.2 millones que percibe por cada 12 meses de talento sobre las canchas. Tiene más de un lustro como referente de un equipo que, en diciembre de 2011, terminó con una sequía de casi 30 años sin dar la vuelta olímpica.
Oswaldo Sánchez es el mexicano mejor pagado. El actual contrato que lo liga a los Guerreros le permite ganar dos millones de dólares. Tras su existoso paso con el Guadalajara, arribó a La Comarca Lagunera en enero de 2007.
Christian Giménez, actual símbolo del Cruz Azul, percibe 200 mil dólares menos que el experimentado guardameta. En diciembre de 2009 salió del Pachuca, club en el que su salario era menor al actual.
La magia que suele emanar de los delicados pies de Antonio Naelson Sinha le vale para ser el sexto futbolista mejor pagado en México: 1.7 millones por año. José de Jesús Corona le sigue con 1.6.
El primero nacido en México, que no se desempeña como arquero, dentro de esta lista es Aldo de Nigris, cuyos ingresos por año ascienden al millón y medio de dólares, al igual que Aquivaldo Mosquera, quien porta el gafete de capitán con el América, y la más reciente ‘joya’ producida en las fuerzas básicas del Guadalajara: Marco Fabián.
Grupo que todos desean integrar, aunque ser “milloneta” del futbol mexicano sólo está reservado para genuinos hechiceros o guerreros.