Gigante seducido por Morfeo (dios griego de los sueños) desde hace dos meses, idilio que le ha impedido alcanzar el liderato del Clausura 2013 y cumplir la meta de adjudicarse el torneo de Copa.
Los integrantes del América reconocen que han caído en una prolongada siesta futbolística y numérica, esa que requieren finalizar esta noche, en la guarida de La Fiera.
“Sí necesitamos despertar. León va a ser un buen parámetro”, considera el volante de recuperación Jesús Molina. “A pesar de que no se encuentra en las primeras posiciones, su funcionamiento es muy bueno, tiene grandes individualidades”.
Cualidades que aumentan el grado de dificultad para un conjunto que sólo ha triunfado en dos de sus más recientes siete cotejos de Liga (cuatro empates y una derrota), cosecha distinta a la obtenida por las Águilas durante su primera media docena de presentaciones en el certamen (cinco éxitos y un revés).
Todos los dirigidos por Miguel Herrera consideran que el declive sólo es estadístico, aunque lamentan que la pólvora se les haya mojado en la segunda mitad de la fase regular.
“Para nosotros está el mismo objetivo”, ataja el mediocampista Juan Carlos Medina. “En cada partido tratamos de ser candidatos [al título], pero también estamos conscientes de que no siempre se van a mantener las rachas como uno quisiera”.
“El equipo sigue jugando bien y desgraciadamente no hemos concretado, pero no hemos perdido la confianza y sabemos que debemos ser ‘matones’ en los momentos clave de los partidos para no estar batallando, como en los más recientes”.
Lo que no significa olvidar el precepto de que atacar sólo es una de las dos tareas que debe cumplir cualquier conjunto.
El Negro advierte que el primer paso es despertar. Ya habrá tiempo para volver a ser ese América que infundía temor en todos los campos.
“La única explicación que puedo dar es en la cancha, entregando buenas cosas y tratando de conseguir el primer objetivo [meterse a la fase final]”, comparte, molesto. “Para nosotros, lo importante es el objetivo, no el bajón o la subida que tengamos. Lo que queremos es clasificar y no siempre se va a jugar espectacular como se quiere”.
Sobre todo si se visita a un auténtico león con piel de cordero.
Es cierto que los Panzas Verdes sólo tienen una victoria en el campeonato y ya no cuentan con posibilidades de disputar la Liguilla, pero las Águilas no olvidan que los guanajuatenses mantienen la base del plantel que alcanzó las semifinales en el Apertura 2012, además de que acumulan 281 minutos sin recibir gol.
“Las apariencias engañan”, subraya Molina. “A pesar de que el León está en penúltimo lugar, es un buen equipo, con grandes individualidades”.
“No se le han dado los resultados, pero el funcionamiento ha sido bastante bueno. Lo demostraron en una cancha como la del Universitario [casa del líder Tigres, con el que igualaron 0-0] y sabemos que, con su afición, van a estar motivados, así es que tenemos que ser muy inteligentes para sacar los tres puntos”.
Única manera de terminar el idilio que sostienen con Morfeo desde hace un par de meses, cuando empezó la irregularidad que les atrapa.