Semana tras semana el director técnico del Atlas parece estar librando dos batallas. Una de ellas es en el tema porcentual, pero la otra es personal contra el árbitro Marco Antonio Rodríguez, ya que Tomás Boy volvió a hablar del silbante, y espera encontrárselo pronto en un partido.
El estratega rojinegro fue multado económicamente con mil días de salario mínimo por haber dicho que Chiquimarco era un mentiroso y que modificó la cédula. Esto le provocó un castigo al timonel de los Zorros. Pero más allá de no querer volver a toparse con el árbitro en una cancha, el técnico espera tenerlo de frente una vez más.
“Quiero verlo de nuevo, quiero verlo ahí (en la cancha). Otra cita”, sentenció Boy, quien no quiso hablar sobre el castigo que recibió por parte de la Comisión Disciplinaria, ya que considera imposible dialogar de temas arbitrales.
“No voy a decir nada, es inútil, verdaderamente no se puede hablar con los árbitros, y quizá la cuestión pública afectó bastante”, dijo.
Por otra parte, el estratega destacó el trabajo de su equipo, y aseguró que se encuentra ilusionado con el paso que llevan en el torneo, pero no quiere confiarse y prefiere mantener los pies en el piso.
“Estamos ilusionados con lo que estamos haciendo, nos gusta estar ahí. Hemos venido descubriendo que podemos hacer las cosas mucho mejor que lo que teníamos pensado. Esto no es producto de la casualidad, pero hay que ser serenos”, manifestó.
Mientras tanto, el tema de la renovación de contrato no le quita el sueño a Tomás Boy, quien está totalmente concentrado en el accionar de su equipo durante el torneo.
“No he pensado todavía en eso (en la renovación de contrato)”, manifestó el timonel, quien termina su compromiso con los Zorros en el mes de mayo.