Que la cuenten como quieran, que se justifiquen como gusten, pero Javier Garibaldi de la Teja y Héctor Hugo Eugui fracasaron. Correcaminos, una vez más, se quedó fuera de la liguilla. Hoy buscan continuar y presumen un “casi calificamos”.

Sin engañar a nadie: fue un fracaso. El único lado positivo es que Correcaminos no pagará multa. Logró algunas victorias, sí, pero no las suficientes para meterse a la fiesta grande, esa que se les niega desde 2017.

Eugui trajo tres refuerzos uruguayos: dos defensas y un delantero. Correcaminos recibió 24 goles, muchos de ellos por errores en la zaga. Y eso sin contar las múltiples ocasiones en que Rubén Castellanos rescató el arco universitario, incluyendo cuatro penales atajados que lo colocan como el mejor portero de la Liga de Expansión MX.

Joel Martínez fue criticado. No mostró la mejor técnica, pero la realidad es que anotó seis goles que le permitieron ganarse la continuidad. Al final, el delantero vive de goles.

Héctor Hugo Eugui no cumplió con su amigo Javier Garibaldi. La única estadística en la que sí cumplieron fue en la asistencia al estadio, y esa se la ganó la afición. Apoyó con fuerza, de la mano del rector Dámaso Anaya Alvarado, quien impulsó cada jornada con caravanas y exhortos a los universitarios, además del respaldo de la Copa UAT.

Hoy, los que sí cumplen están en la liguilla, buscan el campeonato y son el futuro del club. Me refiero a la filial: el equipo Correcaminos de Liga Premier y TDP. Con jóvenes canteranos y un trabajo de varias temporadas, siguen dando resultados. Ojalá se les dé más oportunidades a esos jugadores que vienen haciendo bien las cosas.

¿Qué necesita Correcaminos?

Reestructurarse y establecer estrategias claras. Un día hacen una cosa y al siguiente otra, incluso en el área administrativa. Por ejemplo, ¿a quién le rinde cuentas el cuerpo técnico? ¿Por qué no hay un director deportivo? Esa figura es clave para evaluar el rendimiento de jugadores y técnicos. Se prometió liguilla y no se logró. ¿Hay repercusiones? Es fácil decir que en cuatro meses se hizo lo que se pudo, pero en una liga como esta, los resultados deben ser inmediatos.

¿Por qué no tienen un director de comunicación social definido? Mandan comunicados con errores. Cuando fue el tema de las apuestas, no supieron manejar la crisis ni establecer una postura institucional. La UAT tuvo que salir al quite. ¿Y las estrategias en redes sociales para atraer nuevo público? ¿Les interesan? Hoy, los clubes del mundo son expertos en el manejo de marca. Correcaminos aún no sabe cómo responderle a su afición y salir bien librado.

En fin, muchas preguntas por responder. Lo único claro es que se volvió a fracasar y no se obtuvo liguilla. De campeonatos, ni hablamos. En una liga mediocre, donde el ascenso es solo un rumor, no hay exigencia real.

Por último, Correcaminos sigue entrenando “para ayudar a los de Premier”. Esperemos que no los contagien… Ellos todavía tienen la oportunidad de salvarle el semestre al primer equipo.

Que tengan un buen fin de semana Santa.