México protagonizó su peor participación en el Clásico Mundial de Beisbol al obtener un solo triunfo y con ello detener su paso en la primera ronda.
Al término de la derrota contra Canadá, el manager de la novena tricolor, Rick Rentería, aseguró que se debe tomar como un fracaso.
“De acuerdo con la mentalidad que teníamos, en la cual estaba pelear por el campeonato, nuestra actuación pueden calificarla como un fracaso, nosotros veníamos a ganar y no se consiguió”, declaró el piloto de la flotilla mexicana.
Rentería explicó que la pelea que se suscitó en el último episodio contra Canadá no tuvo razón de ser, ya que las reglas del torneo predisponen a los equipos a sumar el mayor número de carreras posibles, sin importar la fase del encuentro que se está desarrollando.
“Canadá estaba buscando más carreras y por eso tocaron la bola en la novena entrada, ellos están en su papel de anotar”, comentó Rentería.
El también coach de los Padres de San Diego disculpó a su lanzador, Arnold León, por el golpe intencional que dio, al indicar que trabaja con una mentalidad de un juego normal y no con las características del Clásico Mundial.
“A nuestros jugadores les brotó la emoción, el torneo tiene diferentes reglas, pero nuestros jugadores estaban pensando en un juego ordinario, no se pudieron desconectar de ello, al ver que tocan la pelota, se emocionaron, pero la verdad es que no tuvo que suceder”, explica.
Rentería aclaró que él no mandó dar el golpe por bola y aseguró que no se percató de la señal que Luis Cruz le dio a León para dar el pelotazo.
“No, yo no mandé dar el golpe, repito, a los jugadores les cuesta estar en una ambiente como lo es una competencia de Clásico”.
En el mismo tenor, el pitcher Oliver Pérez -uno de los jugadores expulsados- declaró que la inminente derrota no los dejó pensar con claridad.
“Saber que estamos eliminado nos cegó y respondimos. En otro juego, el pelotazo hubiera sido algo normal, pero no en este torneo. Yo estaba en el bullpen calentando para entrar y al ver la pelea salí corriendo”, apuntó el lanzador de los Marineros de Seattle.
“Son emociones. Todo el mundo tiene corazón. A veces uno tiene emociones que no puede controlar”, dijo Pérez, quien abandonó el diamante al término de la bronca.