Puebla por fin dio una alegría a su afición en casa. Después de no ganar como local desde octubre del año pasado, La Franja venció 2-0 a Xolos de Tijuana en el Estadio Cuauhtémoc, en un duelo donde supo aprovechar sus oportunidades y la inoperancia ofensiva del rival. Con este resultado, los poblanos respiran en la tabla, mientras que el cuadro fronterizo se hunde en los últimos puestos con cinco derrotas consecutivas.

Desde el silbatazo inicial, Xolos mostró mejores sensaciones. El equipo dirigido por Juan Carlos Osorio tuvo más llegadas durante la primera mitad, aunque la falta de contundencia fue su gran enemigo. La ocasión más clara se presentó al minuto 12, cuando Efraín Álvarez cobró un tiro libre que Jackson Porozo remató de cabeza tras la mala salida de Jesús “Wacho” Jiménez. Sin embargo, el central ecuatoriano desperdició la oportunidad enviando el balón muy lejos del arco.

Puebla se adelantó con penalti

La respuesta poblana llegó poco después en una jugada desafortunada para la visita. Tras un remate desviado, Aarón Mejía cometió penal al levantar de más su brazo y golpear a un rival que buscaba controlar el balón. Emiliano Gómez tomó la responsabilidad desde los once pasos y, pese a que Miguel Ortega adivinó la dirección del disparo, la potencia fue suficiente para vencerlo y colocar el 1-0 antes del descanso.

Para la segunda mitad, Puebla mostró otra cara. Fue más agresivo y aprovechó los errores de Tijuana en la salida, generando peligro constante. Emiliano Gómez estuvo cerca de aumentar la ventaja con un disparo que Ortega desvió, mientras que Ricardo Marín también probó suerte, encontrando nuevamente la respuesta del arquero visitante.

Marín selló el triunfo

La insistencia local fue premiada al minuto 82. En un contragolpe bien ejecutado, Brayan Angulo desbordó por la banda izquierda tras una combinación con Gómez y envió un centro raso al área. Ricardo Marín apareció con gran anticipación y empujó el balón al fondo de las redes, sentenciando el triunfo de La Franja.

La victoria significa un respiro para Puebla y, sobre todo, una alegría para su afición, que llevaba casi cinco meses sin celebrar en el Cuauhtémoc. En contraste, Xolos sigue sin encontrar el rumbo, sumando ya cinco derrotas consecutivas que complican su panorama en el actual torneo.