Aún punza la herida ocasionada por la creciente violencia en los estadios de futbol y Ana Gabriela Guevara interviene para abogar por las barras, a las que “se les tiene que respetar”, pese al acento de violentas que las caracteriza.
Ex atleta, campeona mundial y medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, Ana Gabriela es actualmente senadora, y en alusión a este fenómeno que involucra a este deporte, opina sobre la inseguridad en los escenarios deportivos, en los que participan los grupos de animación de manera recurrente.
“No, yo creo que tenemos que respetar a las barras. Pienso que es una afición, una manera de mostrar su alegría y su afición por los equipos y se les tiene que respetar”, aboga Guevara. “En el calor de lo que el deporte representa se dan este tipo de situaciones, pero yo creo que es más que nada, una falta de atención y hay que dársela para poder equilibrar”.
Respecto de las consideraciones del sociólogo José Miguel Candia, sobre que los clubes son cómplices de la violencia por los privilegios concedidos a las barras, Ana responde: “Yo no lo catalogaría así, más que nada son parte de lo que forma un equipo de futbol y también la atención que deben tener los equipos con esta gente, para poder sacar adelante los intereses”.
Añade: “Aquí, mayormente al ponerse más calurosos los encuentros deportivos, es cuando mediáticamente se empieza a dar este enfrentamiento entre los directores de los clubes, porque muy pocas veces hemos visto que los medios le den espacio a las barras, salvo algunas barras en los equipos de la capital, que son muy grandes y se han dado los encuentros entre los equipos locales”.
Pero, en especial, Ana argumenta que “yo no se lo atribuiría a los directivos [las barras]; pienso que tiene que ver directamente, porque son cosas que están fuera del club”, dice y asegura: “Sí, se les toma en cuenta dentro de la directiva, pero son cosas externas del club”.
El fenómeno de la Copa
Un hecho significativo que también observa Ana Guevara sobre el asunto va enfocado en la participación del Torneo de Copa MX en los actos violentos. En recuerdo de lo sucedido la semana pasada en Ciudad Nezahualcóyotl, durante el encuentro entre Neza y América, la autoridad municipal se vio rebasada y las condiciones mismas del estadio no lograron albergar a las barras visitantes, de ahí, el impacto que su incursión generó en el estadio. Por lo que las plazas pequeñas son vulnerables, al captar a equipos de alto impacto social y que, de por sí, suelen llevar grupos o barras numerosas que en otras plazas pasan por controles mayores.
Como senadora, Ana Gabriela Guevara forma parte de la Comisión de Seguridad Pública.
“Lo recalcó el ahora comisionado de Seguridad Pública [Manuel Mondragón], de que tiene que ser una parte mediada; no somos un país violento. Yo creo que esto se debe a una falta de atención”, observa La Saeta de Sonora. “Durante muchos años se ha tenido un diálogo con las barras y con los equipos visitantes y hay que tratar de estabilizar”.
Por eso, convencida, pide que para contener este fenómeno es prudente que continúen activos los mecanismos aplicados en escenarios de alto impacto: “Que no salgan por el mismo lugar, que se controle la llegada y la salida, vamos, es un tema de responsabilidad entre los equipos y los cuerpos policiacos de los estados”, concluye la ex atleta.