Red Bull dejó de ser la escudería más fuerte de la parrilla de la Fórmula 1 y de momento parece que las complicaciones seguirán para 2025. Con el cambio de normas en 2016, la producción de su propio motor, además de cuidar el límite de costos, en Milton Keynes saben que no pueden hacer un cambio tan radical de cara a la siguiente temporada.
“En este negocio, siempre estás haciendo malabarismos y tienes que poner un pie delante del otro. No se puede proyectar demasiado lejos en el futuro. El largo plazo en la F1 es de unos dos meses y medio y, básicamente, lo que aprendemos este año es relevante para el año que viene”, señaló en declaraciones recuperadas por Motorsport, Christian Horner.
En ese sentido adelantó que si bien el RB21 tendrá algunos cambios, tampoco será algo radical en comparación del RB20. “Hay muchos componentes del coche del año pasado que se han trasladado a este año, porque con la forma en que funciona el límite de costes, a menos que haya una mejora significativa del rendimiento, no tiene sentido (cambiar)”.
Recordó que la nueva división Red Bull
Powertrains ha representado grandes costos, por lo que deben enfocarse en ese reto para que los beenficios sean mayores. “Por supuesto, muchos han venido de otros equipos, competidores y proveedores de la F1, y es una tarea ingente reunir a 600 personas y todos los procesos, la cadena de suministro y todo lo necesario para trabajar para dos equipos en el 2026”.
“También tenemos la ventaja de contar con un gran socio, Ford Motor Company, y esa relación está funcionando muy bien. Pero, inevitablemente, habrá dolor a corto plazo, pero hay una ganancia a largo plazo de tener todo bajo un mismo techo con los ingenieros”, añadió el británico.
El túnel de viento, otro reto para Red Bull
Tanto Horner como Helmut Marko han apuntado a que algunos de los problemas del actual RB20 están relacionados con la antigüedad del túnel de vieno, mismo que están en la instalaciones de Bedford y que es el mismo desde hace casi 20 años. Ya se está trabajando en una nueva instalación en Milton Keynes, sin embargo, difícilmente estará en funcionamiento antes de 2026.
“Siempre hemos conocido las limitaciones del túnel. Pero creo que ahora que hemos empezado a forzar la aerodinámica de estos coches y estamos en márgenes muy estrechos, las limitaciones aparecen por sí solas”, y añadió que no comenzaron con la construcción del nuevo túnel hasta que supieron que no se iban a prohibir estas instalaciones.
“Adrian Newey no insistió en la construcción de un nuevo túnel hasta que no se aclarara esa cuestión. Pero llegó un punto en el que Aston Martin quería un nuevo túnel y la FIA cambió su postura. Dentro de un límite de costes, el túnel que estamos ejecutando es tremendamente ineficiente”, y reiteró que las instalaciones no han ayudado para progresar esta temporada.
“Tenemos una instalación que es un túnel de viento de 60 años de antigüedad. Es una reliquia de la Guerra Fría. Ha sido lo suficientemente bueno como para producir algunos coches fantásticos para nosotros a lo largo de los años. Pero tiene sus limitaciones. Por debajo de cinco grados no podemos utilizarlo. A más de 25 grados, se vuelve muy inestable”, sentenció.