Las autoridades del futbol canadiense admitieron en evidencia ante la FIFA que espiaban rutinariamente a sus oponentes, tanto a la selección nacional masculina como a la femenina, que fue sancionada por usar drones en los Juegos Olímpicos de París.
El escándalo de espionaje con drones amenaza con extenderse más allá de los Juegos Olímpicos, donde Canadá es el actual campeón femenino, al equipo masculino en la Copa Mundial de 2026.
Canadá es uno de los equipos locales de la Copa Mundial de 2026 y será coanfitrión del torneo de 48 equipos junto con Estados Unidos y México.
Canadá perdió el miércoles su apelación en el Tribunal de Arbitraje Deportivo contra una penalización de seis puntos impuesta por el organismo rector mundial del deporte por espiar las prácticas de Nueva Zelanda antes de su partido inaugural la semana pasada.
El veredicto urgente se publicó apenas horas antes de que Canadá, con cero puntos a pesar de ganar sus dos primeros partidos, contra Nueva Zelanda y Francia, juegue contra Colombia en Niza.
Si bien los jugadores de Canadá pueden revivir sus esperanzas de título olímpico en el campo, el daño a la reputación del país en materia de integridad futbolística fue duramente golpeado el miércoles, y corre el riesgo de sufrir más daños por investigaciones derivadas.
La FIFA publicó el miércoles el documento de sus jueces con pruebas detalladas para explicar los amplios castigos olímpicos.
La apelación de Canadá ante el TAS no logró revocar una deducción sin precedentes de seis puntos en la clasificación del Grupo A, una multa de 200 mil francos suizos (227 mil dólares) y prohibiciones de un año del fútbol mundial para el entrenador principal Bev Priestman, un entrenador asistente y un analista de rendimiento que voló el avión no tripulado espía.
El espionaje fue algo que la selección femenina de Canadá “siempre ha hecho” y fue la “diferencia entre ganar y perder”, escribió el juez de apelaciones de la FIFA Neil Eggleston en un documento de 26 páginas que detalla pruebas y declaraciones de testigos para ayudar a explicar el veredicto.
Las acciones del equipo canadiense en los Juegos Olímpicos fueron “inexcusables e inaceptables”, escribió Eggleston, exasesor de la Casa Blanca en la administración del presidente estadounidense Barack Obama.