El regreso del equipo de futbol de Estados Unidos a los Juegos Olímpicos no fue el soñado. Tras ocho años de ausencia, el Seleccionado Nacional Juvenil de Estados Unidos finalmente pisó el escenario olímpico, pero su debut contra la selección anfitriona, Francia, resultó ser un duro revés.
Durante la mayor parte del partido, más de 60 minutos, el equipo estadounidense dirigido por Marko Mitrovic mostró resistencia y competitividad frente a una Francia que parecía estar buscándose a sí misma en el terreno de juego.
Sin embargo, una vez que el equipo galo, bajo la dirección de Thierry Henry, encontró su ritmo, se transformó en una auténtica aplanadora que dejó sin opciones a Estados Unidos. Con este resultado, el conjunto norteamericano se encuentra ahora sin margen de error en la competición, enfrentando una difícil tarea para avanzar en el torneo olímpico.
El protagonista indiscutible de la noche fue Alexandre Lacazette. En un equipo francés que llegaba al torneo rodeado de dudas y cuestionamientos debido a la ausencia de grandes estrellas como Kylian Mbappé, Lacazette junto con Michael Olise asumieron el protagonismo y brillaron intensamente en el Estadio Vélodrome de Marsella.
En un lapso de tan solo 20 minutos, los pupilos de Thierry Henry demostraron su poderío y se consolidaron como uno de los grandes favoritos para alzarse con la medalla de oro olímpica. El gol de Lacazette llegó en un momento crítico, justo cuando Estados Unidos parecía estar cerca de abrir el marcador. Con ese tanto, las tornas cambiaron drásticamente y el control del partido pasó a manos de los franceses, que no desaprovecharon la oportunidad para imponer su dominio absoluto.