La responsabilidad le llegó muy joven. A los 18 años de edad, Érick Torres se puso la camiseta rojiblanca para convertirse en el centro delantero titular del Guadalajara. En su primer torneo completo marcó seis tantos. Para el segundo, su producción bajó a cinco, aunque se perdió parte del torneo por estar concentrado con la Selección Mexicana Sub-20.
Ahora, desde Manzanillo, Colima, realiza con intensidad el trabajo de pretemporada. No escatima esfuerzos. Escucha a sus compañeros de mayor experiencia. Intenta aprender de los errores cometidos en el pasado. Y es que la meta con Chivas es muy clara: superar la cuota goleadora que hasta el momento ha tenido.
“Es algo que mis compañeros también me han comentado, las jugadas que se me presenten debo concretarlas. Ahora, en este tiempo que tenemos, debemos dedicarnos a la definición, ser certeros, contundentes y no perdonar ninguna jugada de gol. Sí hay que practicar la definición, pero también el trabajo físico en las piernas, pues siento que tengo que trabajar en eso”, explica el Cubo.
Cuando atravesó por una mala racha, la improvisación apareció. Omar Arellano, en algún momento del Torneo Apertura 2011, fue utilizado como centro delantero, a pesar de no ser su posición natural. La competencia en Chivas siempre existe. Por eso, Torres no baja el ritmo.
“Es lo bonito de esto, que hay jugadores que compiten en tu posición. Está la competencia fuerte y eso te hace exigirte, no te deja relajarte, ni bajar los brazos. En ningún entrenamiento puedes darl el 50 por ciento, tienes que estar al máximo, los partidos (amistosos) aprovecharlos e irte ganando la confianza del cuerpo técnico para ir sumando confianza”, añade el joven delantero.