Era un domingo 10 de abril de 1988. El reloj marcaba las 17:09 horas en España. El Real Madrid recibía a un modesto Logroñés con un meta local, Juan Antonio Pérez, en la portería. En esa tarde soleada de primavera, los aficionados que abarrotaron el Santiago Bernabéu no sabían que iban a presenciar una de esas gestas históricas que sólo nos regala el fútbol.
Corría el minuto nueve del partido. La jugada comenzó gracias a un centro de Rafael Martín Vázquez, uno de los mejores amigos de Hugo en el equipo, en la portería del Fondo Norte. Allí Hugo marcó uno de los goles más bonitos de los que se han vivido en el Templo Blanco.
“Todo lo que rodea a Hugo es perfecto”. Así es como el periodista de El Chiringuito, Tomás Roncero, recuerda el ‘Señor Gol’ de Hugo Sánchez. “Fue la sensación de verlo volar, el impacto perfecto, el remate a la escuadra, el portero del Logroñés mirando a la pelota. Nos quedamos pensando ‘¿Es verdad lo que hemos visto?’”, explicó emocionado.
Tanto Tomás Roncero como José María Rodríguez, redactor jefe de MARCA, presenciaron la faena de Hugo ese domingo de 1988 en el Bernabéu. “Era una tarde especial, hacía mucho sol. De un centro lateral ejecutó el remate perfecto, el que había soñado, y pasó a la eternidad”, dijo Rodríguez.
Han pasado ya 35 años de aquel día en el que un mexicano puso al Bernabéu de pie, provocó una ovación y una agitada de pañuelos que duró varios minutos. “La gente se emocionó porque sabíamos que era un gol histórico, no por el partido, sino por la jugada en sí”, expresó Roncero.
José María Rodríguez recuerda que la hazaña de Hugo fue impresionantemente reconocida por una exigente afición madridista: “Se puso todo el estadio de pie y durante más de un minuto largo estuvo aplaudiendo ese gol en una de las ovaciones más largas, sentidas y de reconocimiento que yo recuerdo”, finalizó.