El regreso al ring por parte de Omar Chávez no resultó de la mejor manera, ya que hiló su tercer descalabro en presencia de su padre, Julio César Chávez.

La derrota ante Rafael Ortíz no fue lo peor para el hijo de la leyenda en Culiacán, pues su rostro quedó visiblemente dañado.

Al culminar el combate que pedió por decisión únanime se le vio un ojo cerrado por hinchazón, además de visibles moretones en la cara.

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Esta pudo ser la última pelea de box de Omar Chávez, quién cayó a la lona en un par de ocasiones a la lona ante la preocupación de su padre.