La buena estela del América continúa en Liguilla, esta vez al sacar un merecido empate de 1-1 ante el Puebla en un equilibrado partido de pocas opciones interesantes y en el que los de Fernando Ortiz aprovecharon una jugada a balón parado para sacudir a un correoso cuadro local al que tampoco le alcanzaron las ideas para obtener un mejor resultado.

El encuentro mayormente fue de puro músculo, de sudor, mucho por culpa de unas Águilas que han convertido en su mayor fortaleza la forma como defienden, la cual impide a sus rivales circular el balón con soltura a base de una gran intensidad, aunque igual influyó la poca imaginación de los camoteros, a los que les costó muchísimo ir más allá del medio campo.

Tano Ortiz les ha dado un gran orden que le impide a sus rivales encontrar espacios y prueba de que le funciona es que los de casa tuvieron contadas ocasiones a lo largo de los 90 minutos, pero muy especialmente en la primera parte, en conde apenas tuvieron una acción importante.

Dicha acción se vio apenas al minuto 5 del partido, gracias a un gran desborde de Javier Salas por la banda derecha que le sirvió para mandar un centro a segundo poste a Maximiliano Araújo, quien le pegó al balón ante la mirada atenta de Ochoa, quien a toda velocidad apareció para evitar el tanto.

Tras ello, el equipo de Larcamón sufrió para avanzar más allá de medio campo, en tanto que los visitantes fueron creciendo poco a poco, aunque también con contadas ocasiones interesantes, una al minuto 15 y la otra cuando ya el partido agonizaba.

En la primera, Alejandro Zendejas mandó un buen centro desde la banda izquierda a Federico Viñas, aunque Antony Silva lo alcanzó a tapar; lo lamentable es que Juan Segovia lo tronó en su búsqueda de alejar el peligro, por lo que tuvo que ser trasladado a un hospital para su revisión.

La siguientes fue ya al minuto 45, esta vez gracias a un gran desborde de Jorge Sánchez que le dio para poner un buen centro al propio Zendejas, que buscó la base derecha con su tiro para que Silva volviera a lucir al sacarlo.

La Franja agitó el juego en el segundo tiempo

El segundo tiempo resultó un poco mejor, esta vez derivado del gol que encontró el equipo Camotero al minuto 55 en una acción que tomó por sorpresa a la defensa azulcrema, ya que Segovia aprovechó para escapar por la banda izquierda para mandar un centro raso que concretó Fernando Aristeguieta en dos tiempos, ya que en su primer tiro Ochoa lo había detenido.

A partir de ahí los de casa tuvieron cerca de 15 minutos muy buenos que desperdiciaron; en el desconcierto de los visitantes había buenos huecos que podrían ser vías interesantes, pero faltó quien los iluminara en la última acción para llevar a buen puerto sus avances.

Esa indecisión ayudó para que el América despertara y volviera a enfriar el partido, e incluso a encontrarse una anotación que había trabajado poco y gracias a una jugada a balón parado al minuto 79. En ella, Diego Valdés, quien había sido secado en todo el partido por Israel Reyes, puso un buen centro a Sebastián Cáceres, que solo se alzó para conectar ante la mala marca del cuadro local.

La igualada ayudó tanto a las Águilas que los últimos minutos corrieron a su favor e incluso se sentía la tensión de que en cualquier momento podría anotar un tanto más, algo que finalmente no sucedió para dejar el partido completamente abierto de cara a la Vuelta el próximo sábado en el Azteca.