La Fiera desató la locura en su territorio. Con Matosas en León se vive más que nunca la pasión por un equipo y la intensidad de la cancha rápidamente se contagia a la tribuna.
A casa del León pocos seguidores de Xolos decidieron acompañar a su equipo. La zona destinada a la barra visitante prácticamente estuvo ocupada por la seguridad, que para la segunda mitad aflojó la guardia y algunos elementos de la policía disfrutaron cómodamente el partido sentados desde la grada.
Quien no pasó nada tranquilo el encuentro fue Cirilo Saucedo en su regreso a León. Desde que el guardameta de Xolos salió a calentar, la porra local comenzó a presionar con silbidos cada que tocaba el balón.
‘Se vendió, se vendió, Cirilo se vendió’, así recibió la barra de ‘Los de arriba’ al portero visitante. Algunos billetes de juguete volaron mientras Saucedo besaba cada uno de los postes que protegería en los últimos 45 minutos.
Los goles cayeron justo ahí. La tribuna explotó justo detrás de Cirilo y ahora al guardameta buscará el cobijo de su gente para tratar de darle vida a los Xolos en el Caliente.