La familia del boxeador puertorriqueño Héctor “Macho” Camacho decidió mantenerlo conectado al respirador que lo mantiene con vida un par de días más, dijeron el jueves dos tías del púgil, luego de que los médicos le diagnosticaran “muerte cerebral” clínica previamente a causa del disparo que recibió Camacho el martes.
Aida Camacho, una de las tías del boxeador, dijo que dos de las hermanas de Camacho pidieron un par de días para pasarlos con él, y otros familiares acordaron a pesar de que consideran que es momento de desistir.
Otra tía, Blanca Camacho, también dijo que la familia cedió ante los deseos de las dos hermanas que viven en Nueva York para que se mantuviera conectado al respirador artificial que lo mantiene con vida.
Más temprano, el doctor Ernesto Torres había anunciado en una conferencia de prensa que habían terminado los análisis a Camacho, herido el martes por la noche.
“El diagnóstico final es muerte cerebral, ya está confirmado… está clínicamente con muerte cerebral”, dijo Torres, jefe del Centro Médico, especializado en traumatología, donde fue internado Camacho en San Juan. “Hemos hecho todo lo que podemos hacer. Desafortunadamente tenemos que decirle al pueblo de Puerto Rico y al mundo que ‘Macho Camacho’ tiene muerte cerebral”.
Torres reveló previamente que el padre del boxeador ha manifestado ya su deseo de que se realice la desconexión y de que sean donados los órganos del paciente.
El médico consideró que la familia vive un momento muy difícil.
Ismael Leandry, viejo amigo y ex manager de Camacho, dijo a la prensa que la madre del boxeador, María Matías, tenía también dudas sobre si deben retirársele las sondas, y quisiera pasar más tiempo con él. Leandry dijo que la familia de Camacho espera la llegada del hijo mayor del deportista, el jueves por la noche, antes de conversar y llegar a una decisión.
“Vamos a recordarlo como un hombre bueno”, aseguró Leandry. “Fue buen padre; fue buen hijo”.
Steve Tannenbaum, amigo y ex agente de Camacho, dijo en una entrevista telefónica que el puertorriqueño era su ídolo.
“Es uno de los mejores boxeadores de divisiones pequeñas que yo haya visto jamás”, resaltó. “Héctor Camacho tenía un estatus de leyenda”.
Tannenbaum dijo que, originalmente, pensó que Camacho sobreviviría. “Era casi como un hombre indestructible. Tuvo tantos problemas con la ley y tantos altercados en su vida. Es una gran pena”.
Camacho, de 50 años, recibió el disparo el martes, cuando estaba en el interior de un auto Ford Mustang, junto a un amigo de la niñez, quien murió durante el ataque, frente a un bar. El vocero policial Alex Díaz ha dicho que los agentes encontraron nueve paquetes pequeños de cocaína en el bolsillo del amigo, Adrián Mojica Moreno, de 49 años. Hallaron también una décima bolsita en el vehículo.
Inicialmente, los médicos confiaron en que Camacho se salvara, pero su estado empeioró y su corazón dejó de latir brevemente el martes por la noche, dijo Torres. La bala ingresó por el maxilar y se alojó en un hombro, luego de cortar tres o cuatro arterias principales del cuello, lo que afectó la irrigación del cerebro y derivó en el daño permanente.
Campeón en tres divisiones distintas, Camacho era considerado un púgil temperamental pero muy talentoso, que debió luchar contra su adicción al alcohol y las drogas, así como frente a otros problemas personales. Tenía una foja de 79-6-3.
“Era el sueño de un promotor”, dijo el famoso organizador de funciones boxísticas Don King, en declaraciones a la AP. “Emocionaba a los aficionados de todo el mundo con su estilo inigualable. Era un tipo amable y amigable debajo de los cuadriláteros”.
Su última pelea por un título fue contra el entonces campeón welter Oscar de la Hoya en 1997, la cual perdió por decisión unánime. El último combate en su carrera fue una deslucida derrota ante Saúl Durán, en mayo de 2010. Tannenbaum dijo que el púgil iba a pelear hace dos años en Dinamarca, pero que el adversario se retiró, y que estaban buscando una posible pelea para 2013.
“Estamos hablando de que regrese, a pesar de que tiene 50 años”, dijo. “Yo sentía que era capaz de hacerlo”, agregó.
Camacho nació en Bayamón, una de las ciudades que forman la zona metropolitana de San Juan.
Salió de Puerto Rico en su niñez, cuando su familia se mudó al barrio neoyorquino de Harlem. En la década de 1980, llegó a conquistar tres títulos mundiales, en las divisiones de los superpluma, ligeros y superligeros.
Entre las peleas famosas de Camacho se encuentran aquéllas en las que enfrentó a Félix Trinidad, Julio César Chávez y Sugar Ray Leonard. Camacho noqueó a Leonard en 1997. En septiembre de 1992, el mexicano Chávez derrotó al “Macho” en Las Vegas, quizás en la pelea que mayor nivel de audiencia ha tenido en México en la historia. En plazas y bares del país, se congregaron multitudes para ver el combate por la televisión.
En los años recientes ha residido tanto en Puerto Rico como en Florida. En 2010, participó en el programa de concurso “Mira Quién Baila”, transmitido por Univision. Prometió que si ganaba el premio principal, de 50.000 dólares, lo donaría a una organización puertorriqueña que ayuda a la prevención y atención de adicciones. Finalmente, quedó eliminado en la primera ronda.
Precisamente, las drogas, el alcohol y los problemas judiciales marcaron un pasado borrascoso de Camacho.
En 2007, fue sentenciado a siete años de prisión por el robo a una tienda de computadoras en Misisipí. Al detenerlo por aquel cargo, en enero de 2005, la policía le encontró la droga éxtasis.
Un juez suspendió a la postre buena parte de la sentencia, y permitió que Camacho purgara sólo un año, en libertad condicional. Terminó pasando dos semanas en prisión, luego de infringir los términos de aquella libertad.
Su esposa lo denunció dos veces por abuso doméstico, y tramitó el divorcio hace varios años.